He mirado tus ojos desde todas las perspectivas.
Los he visto cubiertos de inexactitud por la distancia,
los he visto manteniendo dentro de ellos a dioses antiguos,
los he visto cubriéndose de hielo, sol y coñac.
He mirado tus ojos desde todas las estaciones.
Los he visto envueltos en miedo por la muerte,
los he visto sugiriendo silencios entretejidos,
los he visto empañados de tristeza y frío.
He mirado tus ojos desde los míos.
Me he visto contenido dentro de ellos,
me he visto herido y desgajado por ellos,
y me he visto sujetando la daga por ellos.
He mirado tus ojos desde el silencio de la noche y la cruz del día.
Los he visto felices, tristes, iracundos y negros.
Los he visto abiertos, delicados y acorazados.
Y no me hago a la idea de no volver a verlos.
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