No siento
nada me encuentro vacío
A veces
intento escribir un poema o algo
Pero solamente
encuentro resonares huecos en mi interior
Desaparecen
las caras dentro de mi rostro
Mis ojos
son dos títeres colgados de hilos
Hay una
llave en mis orejas derritiendo la cera
Las flores
están curvadas sobre mi césped
Hay una
tristeza desnuda que me sigue a todas partes
Una nube
como una oveja que negra se divierte
Hay un
silencio en mi cabeza cuando no está el ruido
Hay ruido
en mi silencio cuando no está mi cabeza
Cuando llega
el ruido siempre aparece despierto
Golpeándome
el pecho con un martillo
Picando
mi carne y oculto tras sus caudales
Mi corazón
se estruja sobre el pecho
Cuando el
dolor me adormece hay días oscuros
Cuando el
dolor despierta hay días brillantes
Al
llegar la tarde se adormecen mis sentidos
Y tengo
que beber de jarros oscuros para seguir respirando
Si no
bebiese ni atacase mis nervios
Acabaría
derramándome por las esquinas
Incapaz
de contener mi corazón dentro del pecho