Hay vientres de río en la calle,
Pero ninguno se parece al tuyo,
La noche trae lirios blancos a la rivera
Y se cubre de galas y joyas ebrias.
Hay nublados de cristal en el cielo,
Pero ninguno se parece al tuyo,
El caballo monta a su jinete
Y cuenta sus batallas junto al fuego.
Hay vida después de la tuya,
Pero no se parece a cuando estabas,
La belleza corona mi cabeza
Y hace cascadas sobre mi pelo,
Mis ojos, mi pecho, mi vientre...
Pero mejor si pudiera compartirla contigo.
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