Relajación:
Dulce desnudo acompaña al sueño
Revertiendo las campanas melódicas,
Sirviendo libélulas y tragaluces,
Como una duermevela de oro.
Depresión:
Triste cuento solitario y mojado
Adormece sus libretos sobre el escenario,
Anestesia el cuerpo hasta lo más profundo,
Y llora cuando no siente nada.
Enfermedad:
Suave campo tapizado con sangre
Busca simiente que lo bautice de negro,
Cuenta con gotas mientras se hincha,
Como una vida que se rompe despacio.
Ansiedad:
Juego de cuchillos que se alojan en el pecho
Buscan recuerdos que convertir en polvo.
Prensa hidráulica llena de avaricia
Ataca siempre al amanecer.
Amor:
Corazón en bucle atrapado en una galaxia
Busca salida de laberintos tan grandes.
Corazón en bucle atrapado en la oscuridad,
Busca encontrar de nuevo la luz.
lunes, 29 de febrero de 2016
domingo, 28 de febrero de 2016
Space Oddity
Me enseñaste cómo nos apagabas,
Un jarro de agua fría sobre las cenizas.
Luego corriste con tu herida,
Sin pararte a contemplar hacia donde.
Ahora sé que te acuestas entre espinos,
Que bebes veneno para olvidar,
Sé que sonríes con la boca cerrada,
Por miedo a que no la quieran como yo.
Sé que te internas en tierras oscuras,
Como una noche sin luna ni estrellas,
Tierras que visitaste cuando yo no existía en ti,
Espero que tu noche sea corta.
Espero que no te hiera demasiado.
Espero que seas feliz estando ciega.
Espero que no te cruces con el monstruo,
Que se sacie después de beber de ti un par de veces,
Que no pueda llegar a hurgar en tu cabeza.
Y yo, yo me apago mientras me alejo,
Sabiendo que mi nave conoce donde voy,
Lejos, muy lejos sobre la luna,
Huyendo de esta urbe corrupta,
Convirtiéndome en uno con las estrellas,
Desnudo en medio de la oscuridad,
Acurrucado sin el calor de tus soles.
Estaré bien, sobreviviré. Me haré una luz más.
No voy a dejar que me conviertan en un agujero negro,
No voy a dejar que me hagan devorar toda mi luz.
Y, si alguna vez piensas en regresar,
Búscame detrás del escenario del mundo,
Desgajando mariposas en mi cápsula,
Durmiendo en hipersueño,
Caminando por la superficie del sol,
Bebiéndome las nebulosas,
Observando los cometas desnudos,
Como hacía antes de ti.
Un jarro de agua fría sobre las cenizas.
Luego corriste con tu herida,
Sin pararte a contemplar hacia donde.
Ahora sé que te acuestas entre espinos,
Que bebes veneno para olvidar,
Sé que sonríes con la boca cerrada,
Por miedo a que no la quieran como yo.
Sé que te internas en tierras oscuras,
Como una noche sin luna ni estrellas,
Tierras que visitaste cuando yo no existía en ti,
Espero que tu noche sea corta.
Espero que no te hiera demasiado.
Espero que seas feliz estando ciega.
Espero que no te cruces con el monstruo,
Que se sacie después de beber de ti un par de veces,
Que no pueda llegar a hurgar en tu cabeza.
Y yo, yo me apago mientras me alejo,
Sabiendo que mi nave conoce donde voy,
Lejos, muy lejos sobre la luna,
Huyendo de esta urbe corrupta,
Convirtiéndome en uno con las estrellas,
Desnudo en medio de la oscuridad,
Acurrucado sin el calor de tus soles.
Estaré bien, sobreviviré. Me haré una luz más.
No voy a dejar que me conviertan en un agujero negro,
No voy a dejar que me hagan devorar toda mi luz.
Y, si alguna vez piensas en regresar,
Búscame detrás del escenario del mundo,
Desgajando mariposas en mi cápsula,
Durmiendo en hipersueño,
Caminando por la superficie del sol,
Bebiéndome las nebulosas,
Observando los cometas desnudos,
Como hacía antes de ti.
miércoles, 24 de febrero de 2016
Si no
Si no me recorriesen más las sombras,
Me acercaría a ti muy despacio y lento.
Si no me atasen estas pesas al suelo,
Juntaríamos nuestras manos redondas.
Si no estuviese atorado por el miedo,
Bailaríamos encima de las rocas.
Si la vida no usase fuerza tan honda,
Me alzaría victorioso sobre el cieno.
Pero siempre aprietan mucho, demasiado,
Y no puedo ver debajo de los dedos
De los gigantes que achuchan con esmero,
Sean médicos, violadores o enfermos.
Felicidad, espero estar reparado,
Me mantienen alejado de tu aliento.
Me acercaría a ti muy despacio y lento.
Si no me atasen estas pesas al suelo,
Juntaríamos nuestras manos redondas.
Si no estuviese atorado por el miedo,
Bailaríamos encima de las rocas.
Si la vida no usase fuerza tan honda,
Me alzaría victorioso sobre el cieno.
Pero siempre aprietan mucho, demasiado,
Y no puedo ver debajo de los dedos
De los gigantes que achuchan con esmero,
Sean médicos, violadores o enfermos.
Felicidad, espero estar reparado,
Me mantienen alejado de tu aliento.
martes, 23 de febrero de 2016
Cover Space Oddity.
Cover Space Oddity
Quisiera, aparte de lo que suelo publicar habitualmente en mi blog, compartir con vosotros hoy un cover de esta canción que he realizado con mi amiga Mara McDyre. Me gustaría dedicárselo a todos mis amigos que han sufrido en los últimos meses por los reveses que nos da la vida.
Quisiera, aparte de lo que suelo publicar habitualmente en mi blog, compartir con vosotros hoy un cover de esta canción que he realizado con mi amiga Mara McDyre. Me gustaría dedicárselo a todos mis amigos que han sufrido en los últimos meses por los reveses que nos da la vida.
lunes, 22 de febrero de 2016
Sereno viajo por los montes,
El sol pendiente del aguacero,
Desapareciendo sus colores de flores,
Escondiendo de mi cabeza el negro.
Suaves se arrastran las olas,
El mar acogiéndose al oleaje,
Creando en mi corazón caracolas,
Liberándome de cadenas como un ave.
Silenciosas conversan las nubes,
Sonrojándose sobre los montes graciosas,
Dándole la calma a la urbe,
Anclándome a tu presencia preciosa.
Da igual si llueve o hace sol,
Si nieva o truena.
Si estoy sólo o acompañado.
Me pesan los errores cometidos,
El egoísmo exacerbado,
El calambre que me hace estar sólo:
Si viene conmigo el mar, todo irá bien.
El sol pendiente del aguacero,
Desapareciendo sus colores de flores,
Escondiendo de mi cabeza el negro.
Suaves se arrastran las olas,
El mar acogiéndose al oleaje,
Creando en mi corazón caracolas,
Liberándome de cadenas como un ave.
Silenciosas conversan las nubes,
Sonrojándose sobre los montes graciosas,
Dándole la calma a la urbe,
Anclándome a tu presencia preciosa.
Da igual si llueve o hace sol,
Si nieva o truena.
Si estoy sólo o acompañado.
Me pesan los errores cometidos,
El egoísmo exacerbado,
El calambre que me hace estar sólo:
Si viene conmigo el mar, todo irá bien.
viernes, 19 de febrero de 2016
Las Uvas de la Ira
En las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y se vuelven pesadas, cogiendo peso, listas para la vendimia
Abren en el almuerzo los periódicos
y enseñan a los hombres de negro,
algunos sudan azufre por los poros,
otros, sólo se visten de azul.
Muchos pronuncian palabras venenosas,
y los demás callan como cómplices,
sofocados por grandes bestias babélicas,
teñidas con nieves sus coronas;
naúfragos incapaces en el mar.
Llevan tiempo creciéndome uvas de la ira,
produciéndome vino ácido.
Crecen y doblan la rama hacia el vacío,
madurando, tornándose negras.
Y cuando exploten, pintando las paredes
con su jugo morado de rabia,
y cuando exploten las de mis iguales,
¿Cómo podrán beber las bestias grises
tanto mosto mortífero en silencio?
Abren en el almuerzo los periódicos
y enseñan a los hombres de negro,
algunos sudan azufre por los poros,
otros, sólo se visten de azul.
Muchos pronuncian palabras venenosas,
y los demás callan como cómplices,
sofocados por grandes bestias babélicas,
teñidas con nieves sus coronas;
naúfragos incapaces en el mar.
Llevan tiempo creciéndome uvas de la ira,
produciéndome vino ácido.
Crecen y doblan la rama hacia el vacío,
madurando, tornándose negras.
Y cuando exploten, pintando las paredes
con su jugo morado de rabia,
y cuando exploten las de mis iguales,
¿Cómo podrán beber las bestias grises
tanto mosto mortífero en silencio?
martes, 16 de febrero de 2016
Ser infeliz
No sé ser infeliz.
Cuando me envuelve la red,
Dejo que me arrastre sin luchar.
Cuando me absorbe la corriente,
Dejo que me muerda sin resistencia.
Cuando llueve dejo que me moje.
Cuando nieva dejo que me cubra.
No soy capaz de comprender
Que esos pequeños retablos de vida,
Deben dejarse ir sin darle más importancia.
No sé ser infeliz.
Y cuando me tapa por entero,
Acuchillo a mi alrededor,
Sin saber quién es el culpable
De tanto daño.
Cuando me envuelve la red,
Dejo que me arrastre sin luchar.
Cuando me absorbe la corriente,
Dejo que me muerda sin resistencia.
Cuando llueve dejo que me moje.
Cuando nieva dejo que me cubra.
No soy capaz de comprender
Que esos pequeños retablos de vida,
Deben dejarse ir sin darle más importancia.
No sé ser infeliz.
Y cuando me tapa por entero,
Acuchillo a mi alrededor,
Sin saber quién es el culpable
De tanto daño.
miércoles, 10 de febrero de 2016
El cazador.
Las mariposas dibujan grandes ojos en sus alas para asustar a sus predadores. Ocultas entre la maleza simulan ser dos cuencas oculares enormes con el objetivo de extender el miedo y aprovechar las deficiencias de la visión de los que las atrapan. Algunas especies de polillas dibujan calaveras en sus lomos.
Las ranas en mitad de la selva dibujan colores llamativos como advertencia, símbolo del veneno que rezuma su piel. No me comas, chillan los verdes, púrpuras y azules, incluso rojos. Diversas especies de insectos también utilizan los colores como advertencia, a veces como órdago.
La piel humana es un lienzo en blanco. Los jóvenes dibujan calaveras, tribales, lagartos en ellas. A veces como símbolo de apareamiento, de ocio, de admiración, etc. A veces porque sí. Otros insuflan la vida de su comunidad en su piel. La cultura, aunque Nietzsche la defina como un horizonte de posibilidades y Marx como la producción intelectual de una superestructura, es una alucinación colectiva que obliga a comunidades a mutilar niños y a pintarse las pieles.
Yo pinto mi piel para cazar, como los tigres pintan su pelaje para ocultarse entre la maleza. Como los leones para parecer arena entre los hierbajos. Yo me oculto en la noche mientras pinto mi cara y mis ojos con la curbatura de las ceras, con los pigmentos rozando mi piel dejando pequeñas trazas de sí mismos, vertiendo la carga de su toxina sobre mí.
Yo inoculo tinta en mis pupilas para acercarme a los ojos de las bestias, modelo mis dientes con limas para poder cortar la carne. Aumento mis músculos durante horas para poder adaptarme a mis motivaciones. Yo endurezco mis puños y mis piernas para superar mis motivaciones. Yo soy el producto de la modernidad, yo soy el hombre moderno al límite. Yo he cultivado mi intelecto en las más profundas bibliotecas, accediendo a los pozos abisales del conocimiento, yo he aprendido a vivir la soledad de mí mismo, a palpar las murallas de mi limitación, a escalarlas y a aprender a salir victorioso de la tierra para convertirme en poseedor del conocimiento. Fuera de la caverna encontré un mundo lleno de tormentas, truenos y rayos.
Yo soy aquél que ha llegado a la perfección de su cuerpo, a la imitación de los modelos naturales para poder ser mi propio dios, el creador de mi propia especie, el que puede traer la pureza a este mundo. Yo he contemplado la verdad con mis propios ojos y he sido lo suficientemente fuerte como para afrontarla, aceptarla, consumirla.
Por eso espero, me agazapo entre las sombras, como un felino, como un cánido. Ante la incertidumbre de la presa. Para un hombre cuya obra ya es potencialmente inmortal la espera no es molesta, sino casi una bendición.
Por ahí vienen, poco queda. El cambio ha de comenzar por los símbolos. Cada paso de sus zapatos, cada movimiento de su pantalón y su chaqueta son un movimiento más en que su traje le empuja a la muerte.
Cuando se acerca lo suficiente salto de entre la maleza y empuño mis manos y mis dientes hacia él, todo el peso de la verdad y la justicia habrá de caer sobre este símbolo, los escoltas apuntan hacia mí, de nada servirá. Nada sirve de nada cuando tienes un destino manifiesto que ha de ser cumplido, cuando dos millones de años de historia están enfocados a darte la razón y convertirte en la única fuente de verdad absoluta. Cuando eres el paso para el que la humanidad ha estado preparándose.
Yo pinto mi piel para cazar, como los tigres pintan su pelaje para ocultarse entre la maleza. Como los leones para parecer arena entre los hierbajos. Yo me oculto en la noche mientras pinto mi cara y mis ojos con la curbatura de las ceras, con los pigmentos rozando mi piel dejando pequeñas trazas de sí mismos, vertiendo la carga de su toxina sobre mí.
Yo inoculo tinta en mis pupilas para acercarme a los ojos de las bestias, modelo mis dientes con limas para poder cortar la carne. Aumento mis músculos durante horas para poder adaptarme a mis motivaciones. Yo endurezco mis puños y mis piernas para superar mis motivaciones. Yo soy el producto de la modernidad, yo soy el hombre moderno al límite. Yo he cultivado mi intelecto en las más profundas bibliotecas, accediendo a los pozos abisales del conocimiento, yo he aprendido a vivir la soledad de mí mismo, a palpar las murallas de mi limitación, a escalarlas y a aprender a salir victorioso de la tierra para convertirme en poseedor del conocimiento. Fuera de la caverna encontré un mundo lleno de tormentas, truenos y rayos.
Yo soy aquél que ha llegado a la perfección de su cuerpo, a la imitación de los modelos naturales para poder ser mi propio dios, el creador de mi propia especie, el que puede traer la pureza a este mundo. Yo he contemplado la verdad con mis propios ojos y he sido lo suficientemente fuerte como para afrontarla, aceptarla, consumirla.
Por eso espero, me agazapo entre las sombras, como un felino, como un cánido. Ante la incertidumbre de la presa. Para un hombre cuya obra ya es potencialmente inmortal la espera no es molesta, sino casi una bendición.
Por ahí vienen, poco queda. El cambio ha de comenzar por los símbolos. Cada paso de sus zapatos, cada movimiento de su pantalón y su chaqueta son un movimiento más en que su traje le empuja a la muerte.
Cuando se acerca lo suficiente salto de entre la maleza y empuño mis manos y mis dientes hacia él, todo el peso de la verdad y la justicia habrá de caer sobre este símbolo, los escoltas apuntan hacia mí, de nada servirá. Nada sirve de nada cuando tienes un destino manifiesto que ha de ser cumplido, cuando dos millones de años de historia están enfocados a darte la razón y convertirte en la única fuente de verdad absoluta. Cuando eres el paso para el que la humanidad ha estado preparándose.
sábado, 6 de febrero de 2016
Soy un humano y yerro,
Cargo mis errores sobre los hombros,
Y los dejo cicatrizar dándoles besos,
Como retratos de mis otros yo.
Cuando me acuesto en la noche,
Los abrazo y miro despacio.
Cuando me duermo en silencio,
Los guardo como pequeños tesoros.
Soy un humano que fracasa,
Y atesoro mis fallos en un cofre,
Y lo miro discreto antes de dormir
Como una ola que lame la playa.
Cuando llegan los vientos frios,
Los acuno entre mis sábanas.
Cuando se apagan las estrellas,
Brillo entre ellos con luz propia.
Cargo mis errores sobre los hombros,
Y los dejo cicatrizar dándoles besos,
Como retratos de mis otros yo.
Cuando me acuesto en la noche,
Los abrazo y miro despacio.
Cuando me duermo en silencio,
Los guardo como pequeños tesoros.
Soy un humano que fracasa,
Y atesoro mis fallos en un cofre,
Y lo miro discreto antes de dormir
Como una ola que lame la playa.
Cuando llegan los vientos frios,
Los acuno entre mis sábanas.
Cuando se apagan las estrellas,
Brillo entre ellos con luz propia.
miércoles, 3 de febrero de 2016
Ansiedad
Mientras mi cuerpo yace en la cama,
Puedo oír a mi corazón golpeando mi pecho.
Mientras camino por las calles desiertas,
Puedo oír la sangre atascándose en mis sienes.
Cuando me deslizó por las aceras con prisa,
Siento mi corazón queriendo huir de dentro de mí,
Y mi sangre torpe avanzando por mis arterias.
Hay un traidor en mi cuerpo.
Quiere parar su baile y dejarme en silencio.
Hay un complot dentro de mí.
Mis ojos sólo ven peligros,
Mis oídos sólo oyen lo que más retumba.
Pero yo soy más listo,
Y me fijo en las hojas de los árboles,
Y oigo la risa de las personas,
Y mis manos hacen regalos,
Y me escucho quietamente,
Buscando mi voz eléctrica.
Hay un traidor en mi cuerpo,
Pero el complot será parado,
Y mi corazón no dejará mi pecho.
Puedo oír a mi corazón golpeando mi pecho.
Mientras camino por las calles desiertas,
Puedo oír la sangre atascándose en mis sienes.
Cuando me deslizó por las aceras con prisa,
Siento mi corazón queriendo huir de dentro de mí,
Y mi sangre torpe avanzando por mis arterias.
Hay un traidor en mi cuerpo.
Quiere parar su baile y dejarme en silencio.
Hay un complot dentro de mí.
Mis ojos sólo ven peligros,
Mis oídos sólo oyen lo que más retumba.
Pero yo soy más listo,
Y me fijo en las hojas de los árboles,
Y oigo la risa de las personas,
Y mis manos hacen regalos,
Y me escucho quietamente,
Buscando mi voz eléctrica.
Hay un traidor en mi cuerpo,
Pero el complot será parado,
Y mi corazón no dejará mi pecho.
lunes, 1 de febrero de 2016
Nuevas reinas.
Fuego e hielo te coronan en la oscuridad,
paseando descalzos por tu cuello desierto,
con la tierra brotando como sangre en tu nariz,
con tus dedos como hierros abrazándome.
La profundiad de tu mirar azul resquebraja,
este viejo amor mío que se apaga despacio,
y, sin darme cuenta, cada vez eres más tú
en vez de ser más ella en mi pensamiento.
¿Quién hubiese pensado que se acabaría así,
que, de golpe, ella se fuese por el lavabo?
¿Quién debió de pensar que el terror se la llevaría,
amándome y habiéndome amado?
¿Quién pensó que nuestro mundo se teñiría de negro,
mientras amanece la luna de nuestra nueva intimidad?
No hay respuestas salvo la sacudida del mar furioso,
no tengo las manos para edificar castillos de arena.
Sólo quiero poder dormir solo, rodeado de tanta memoria
y poder mirar este naufragio y decir:
"aquí estuve. Vine, vi y vencí."
Mientras me agarro a tus manos nuevas.
paseando descalzos por tu cuello desierto,
con la tierra brotando como sangre en tu nariz,
con tus dedos como hierros abrazándome.
La profundiad de tu mirar azul resquebraja,
este viejo amor mío que se apaga despacio,
y, sin darme cuenta, cada vez eres más tú
en vez de ser más ella en mi pensamiento.
¿Quién hubiese pensado que se acabaría así,
que, de golpe, ella se fuese por el lavabo?
¿Quién debió de pensar que el terror se la llevaría,
amándome y habiéndome amado?
¿Quién pensó que nuestro mundo se teñiría de negro,
mientras amanece la luna de nuestra nueva intimidad?
No hay respuestas salvo la sacudida del mar furioso,
no tengo las manos para edificar castillos de arena.
Sólo quiero poder dormir solo, rodeado de tanta memoria
y poder mirar este naufragio y decir:
"aquí estuve. Vine, vi y vencí."
Mientras me agarro a tus manos nuevas.
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