¡Cómo brillan azules las olas en el cielo!
Reflejan el día cansado y moribundo en el costado.
Atraen los campos castellanos en el horizonte.
Recogen en su seno el vuelo de los pájaros migrantes.
¡Cómo brillan azules las olas en el cielo!
Rugen los motores exhalando en la autovía.
Cantan su canción recogiendo el camino a casa.
Coches y camiones alegres van hacia el cielo infinito.
¡Cómo brillan azules las olas en el cielo!
Y la luna encharcada refleja la tierra en el universo.
Ya se montan en el autobús los viajeros desguazados.
Cansados de su viaje corriendo hacia los llanos de Madrid.
Se sacuden el polvo del camino y, mientras, brillan azules las olas en el cielo
viernes, 9 de diciembre de 2016
jueves, 24 de noviembre de 2016
Astronomía
El primer salto a la oscuridad son líneas de plata
y frío descalzo entretejido de negrura por los pozos de la noche.
Cuando la visión se adapta
crujen las cortinas del silencio por el viento de las estrellas,
y parpadean tiritando las semillas del invierno lejano.
Es tan fría la quietud del cielo nocturno...
Susurran tan lejanos los astros...
El segundo salto en la oscuridad son oleadas de color,
al abrirse las pupilas suben los azules desde el negro,
aparece la vibración que genera poco a poco la vida.
El tejido del universo se dilata y se raja en los pliegues de la materia,
a lo lejos se aprecia que el negro no es sino terciopelo y un útero.
La vida es tan inmensa que solamente veíamos negro en su lugar.
El último salto es a la consciencia:
Cuando somos conscientes,
miles de colores aparecen fruto de una explosión de polvo,
las estrellas derriten el azul con su brillar multicolor,
alegres capitanes corazonean sus barcos de ultramar,
guiándolos a terribles caribes de aguas cristalinas,
de hielo, de pestaña, de polvo vivo.
Porque polvo estelar somos y en polvo estelar nos convertiremos.
y frío descalzo entretejido de negrura por los pozos de la noche.
Cuando la visión se adapta
crujen las cortinas del silencio por el viento de las estrellas,
y parpadean tiritando las semillas del invierno lejano.
Es tan fría la quietud del cielo nocturno...
Susurran tan lejanos los astros...
El segundo salto en la oscuridad son oleadas de color,
al abrirse las pupilas suben los azules desde el negro,
aparece la vibración que genera poco a poco la vida.
El tejido del universo se dilata y se raja en los pliegues de la materia,
a lo lejos se aprecia que el negro no es sino terciopelo y un útero.
La vida es tan inmensa que solamente veíamos negro en su lugar.
El último salto es a la consciencia:
Cuando somos conscientes,
miles de colores aparecen fruto de una explosión de polvo,
las estrellas derriten el azul con su brillar multicolor,
alegres capitanes corazonean sus barcos de ultramar,
guiándolos a terribles caribes de aguas cristalinas,
de hielo, de pestaña, de polvo vivo.
Porque polvo estelar somos y en polvo estelar nos convertiremos.
sábado, 12 de noviembre de 2016
Octubre
Atardece en Octubre con los frutos del ocaso,
cantando los cigarros naranjas en la tela del cielo.
Aparecen los susurros del sueño esparcido en el aire,
como la arena desgaja la visión con una sonrisa adormilada.
Y en mi interior la tormenta.
Siempre que te asomas a mi cabeza, como un mal recuerdo,
arrojo el odio y la maldad al huracán que ruge en la madrugada,
como si fuese el fuego del hogar,
y mis libros, mi risa, mi vida, mi todo también.
Mientras atardece en silencio, crujo con el viento que arrecio.
cantando los cigarros naranjas en la tela del cielo.
Aparecen los susurros del sueño esparcido en el aire,
como la arena desgaja la visión con una sonrisa adormilada.
Y en mi interior la tormenta.
Siempre que te asomas a mi cabeza, como un mal recuerdo,
arrojo el odio y la maldad al huracán que ruge en la madrugada,
como si fuese el fuego del hogar,
y mis libros, mi risa, mi vida, mi todo también.
Mientras atardece en silencio, crujo con el viento que arrecio.
domingo, 23 de octubre de 2016
Daredevil
-Rojo,
pisas la ciudad como si la hubieses visto,
envuelto en la culpa y el miedo de los transeúntes,
rumiando la lluvia de cristales encadenados,
sentado en los pozos de la desesperanza.
-Rojo,
eres un demonio de carnes tiernas,
caminas descalzo por los vidrios de los malvados,
retuerces el dolor hasta alcanzar la mansedumbre,
castigas la espalda del crimen.
-Pero Rojo,
El mal en esta ciudad nunca duerme,
planta sus larvas enfermas en los andamios,
infesta los neones grises de la ciudad,
seguirá lloviendo a pesar de tu temeridad.
¿Dónde estabas tú cuando se llevaron mi vida?
¿A quién castigaste con tu tormento?
¿Por qué siempre escapa el mal de tu infierno?
(murmura)
One batch, two batch, penny and a dime.
pisas la ciudad como si la hubieses visto,
envuelto en la culpa y el miedo de los transeúntes,
rumiando la lluvia de cristales encadenados,
sentado en los pozos de la desesperanza.
-Rojo,
eres un demonio de carnes tiernas,
caminas descalzo por los vidrios de los malvados,
retuerces el dolor hasta alcanzar la mansedumbre,
castigas la espalda del crimen.
-Pero Rojo,
El mal en esta ciudad nunca duerme,
planta sus larvas enfermas en los andamios,
infesta los neones grises de la ciudad,
seguirá lloviendo a pesar de tu temeridad.
¿Dónde estabas tú cuando se llevaron mi vida?
¿A quién castigaste con tu tormento?
¿Por qué siempre escapa el mal de tu infierno?
(murmura)
One batch, two batch, penny and a dime.
domingo, 9 de octubre de 2016
Escritura automática
La orina llena mi sangre de balas agridulces cubiertas de melomanía impoluta. No hay verdad más grande que el "yo" derrotado ante los jardines del tiempo. Mientras los agujeros colonizan los derroteros de Marte, llos silencios despedazan carreteras llenas de viejos carcamales.
Las bicicletas han dejado atrás la costa, los barcos la marea, la luna se ha asomado, haciendo que las aguas suban hasta las arcas secas. El polvo que seguía enamorado se ha cubierto de humedad, desgarrando las encías de los presos por el terror. Las niñeras violan a sus muñecos, los niños miran con sus ojos de hambre a la araña que teje estrellas.
Las bicicletas han dejado atrás la costa, los barcos la marea, la luna se ha asomado, haciendo que las aguas suban hasta las arcas secas. El polvo que seguía enamorado se ha cubierto de humedad, desgarrando las encías de los presos por el terror. Las niñeras violan a sus muñecos, los niños miran con sus ojos de hambre a la araña que teje estrellas.
lunes, 12 de septiembre de 2016
La mariposa
La crisálida se desgaja en crujidos negros
cubierta por sus hilos de plata naranja.
Los verbos cuentan dinero de arena mojada
y engullen el significado de su cara oculta.
Los niños pierden la virginidad al póker
jugando a rayuelas infinitas en el Quijote.
Las ciudades paren un espacio-tiempo bastardo,
gris y sin colores para los que almuerzan ladrillo,
para los que beben cruces de caminos y paredón.
Duermen en pasillos los que no son cuadrados,
esperando el turno para anestesiarles el candado
mientras cuentan los minutos para la muerte del amanecer.
Los transeuntes temen la explosión de los turbantes,
sin saber que sólo son trapos.
El crucificado mira con odio a los que rezan para otro lado.
Las Iglesias no engendran belleza, sino negrura.
La mariposa, con sus ojos negros, su trompeta defectuosa,
con sus patas peludas y su cabeza de oso,
se posa sobre el mundo del atardecer,
dispuesta a engullir uno a uno el néctar de nuestro trabajo.
cubierta por sus hilos de plata naranja.
Los verbos cuentan dinero de arena mojada
y engullen el significado de su cara oculta.
Los niños pierden la virginidad al póker
jugando a rayuelas infinitas en el Quijote.
Las ciudades paren un espacio-tiempo bastardo,
gris y sin colores para los que almuerzan ladrillo,
para los que beben cruces de caminos y paredón.
Duermen en pasillos los que no son cuadrados,
esperando el turno para anestesiarles el candado
mientras cuentan los minutos para la muerte del amanecer.
Los transeuntes temen la explosión de los turbantes,
sin saber que sólo son trapos.
El crucificado mira con odio a los que rezan para otro lado.
Las Iglesias no engendran belleza, sino negrura.
La mariposa, con sus ojos negros, su trompeta defectuosa,
con sus patas peludas y su cabeza de oso,
se posa sobre el mundo del atardecer,
dispuesta a engullir uno a uno el néctar de nuestro trabajo.
miércoles, 17 de agosto de 2016
Manifiesto
Quiero,
A la orilla de tus ojos de fuego,
destilar una lágrima de estrella,
romper el molde de los astros negros,
quemar el negro de los dedos muertos.
Deseo,
al calor de la tela de tus mejillas,
cubrir la vergüenza de la luna desnuda,
esparcir mi discurso como niebla y rocío,
señalar los caminos que sigue el desierto.
Anhelo,
frente al hielo de tu pie descalzo,
exigir la rendición de la poesía del café,
reclamar el botín de mis razias a los libros,
¡¡¡hacerme el más grande de los caballeros andantes!!!
¡Correr con la sangre de los astros en mis venas!
Quiero que un verso sea un proyectil al infinito.
A la orilla de tus ojos de fuego,
destilar una lágrima de estrella,
romper el molde de los astros negros,
quemar el negro de los dedos muertos.
Deseo,
al calor de la tela de tus mejillas,
cubrir la vergüenza de la luna desnuda,
esparcir mi discurso como niebla y rocío,
señalar los caminos que sigue el desierto.
Anhelo,
frente al hielo de tu pie descalzo,
exigir la rendición de la poesía del café,
reclamar el botín de mis razias a los libros,
¡¡¡hacerme el más grande de los caballeros andantes!!!
¡Correr con la sangre de los astros en mis venas!
Quiero que un verso sea un proyectil al infinito.
viernes, 12 de agosto de 2016
El cuchillo
Hace tiempo que devoré el cuchillo,
Tanto, que lo he tragado y mi carne crecido.
Hace tiempo que no lo veo desangrándome,
Mas sé que está cicatrizado con mis costillas.
A veces siento que me rasga si grito muy fuerte,
Que me pincha si mis letras golpean el techo.
Si cubro los folios con lirios, polen y polvo suave,
Si desguazo los libros y empaqueto los recuerdos,
Si entierro los dedos en urnas de barro con estampas pasadas,
Siempre vienen sus aceros a cortarme.
Digeriré el acero, arrancaré su hoja de la empuñadura,
Enarbolaré como antorcha el mango desnudo, símbolo de mis días,
Vestiré el metal como muestra de mi supervivencia,
Sentiré el torrente de mis venas más fuerte que nunca,
Cuando acabe con el cuchillo, y mis palabras lleguen al cielo,
Cuando regresen las flores al verbo, y el olor a mis caricias.
Cuando llore amaneceres en ocasos derretidos,
Cuando imponga mis logros a las estrellas y me bañe en el sol...
Y llegue otro cuchillo que adentrar en mi carne.
Tanto, que lo he tragado y mi carne crecido.
Hace tiempo que no lo veo desangrándome,
Mas sé que está cicatrizado con mis costillas.
A veces siento que me rasga si grito muy fuerte,
Que me pincha si mis letras golpean el techo.
Si cubro los folios con lirios, polen y polvo suave,
Si desguazo los libros y empaqueto los recuerdos,
Si entierro los dedos en urnas de barro con estampas pasadas,
Siempre vienen sus aceros a cortarme.
Digeriré el acero, arrancaré su hoja de la empuñadura,
Enarbolaré como antorcha el mango desnudo, símbolo de mis días,
Vestiré el metal como muestra de mi supervivencia,
Sentiré el torrente de mis venas más fuerte que nunca,
Cuando acabe con el cuchillo, y mis palabras lleguen al cielo,
Cuando regresen las flores al verbo, y el olor a mis caricias.
Cuando llore amaneceres en ocasos derretidos,
Cuando imponga mis logros a las estrellas y me bañe en el sol...
Y llegue otro cuchillo que adentrar en mi carne.
jueves, 9 de junio de 2016
Hubo un tiempo de vibrar dorado,
de notas borrachas de sentido
y de vestidos desnudando almas.
Hubo hombres que gritaban en azul,
que pusieron sus manos de barro
en sierpes bombeando sangre de humo.
Hubo mujeres con dedos de oro,
que le insuflaron ánima al cieno
y crearon fuertes de asfalto en plata.
Pero se enfriaron los rascacielos
y los hombres negros arrancaron
la tela de las aceras suaves:
Y ya no hubo más licores de fuego,
ni cosmos contando amaneceres,
pues se ahogaron bajo las balas,
y se consumieron en silencio,
huesos como dedos de carbón,
mariposas frías e inocentes.
Se quemaron en mitad del bosque
sin apenas hacer mucho ruido
para enterrar las hachas y el rojo.
El aullar de la generación
que bebe éter en vasos asépticos,
y ladra callada a las estrellas.
de notas borrachas de sentido
y de vestidos desnudando almas.
Hubo hombres que gritaban en azul,
que pusieron sus manos de barro
en sierpes bombeando sangre de humo.
Hubo mujeres con dedos de oro,
que le insuflaron ánima al cieno
y crearon fuertes de asfalto en plata.
Pero se enfriaron los rascacielos
y los hombres negros arrancaron
la tela de las aceras suaves:
Y ya no hubo más licores de fuego,
ni cosmos contando amaneceres,
pues se ahogaron bajo las balas,
y se consumieron en silencio,
huesos como dedos de carbón,
mariposas frías e inocentes.
Se quemaron en mitad del bosque
sin apenas hacer mucho ruido
para enterrar las hachas y el rojo.
Después estalló la paz estática,
entraron las masas por la puerta
y el planeta se desencajó.
Y aunque vuelva a su lugar de origen,
y una estación suceda a la otra,
nada volverá a ser lo mismo.
Arrastraron los brillos al agua,
quemaron en el patio los libros
y ahogaron la vida en la turba.
No quedó nada salvo la masa
y esta duna de arena borracha:
no más respiración tras la guerra;
que bebe éter en vasos asépticos,
y ladra callada a las estrellas.
viernes, 20 de mayo de 2016
Voy a dormir
Voy a dormir,
abro el sobre del sueño, me introduzco
como una corriente marina entre sales,
echo encima de mis ojos el peso del mundo,
como un destello de luz sombría.
Voy a dormir,
esparzo sobre mi piel las arenas,
aderezo la sintaxis de mis pensamientos,
limpio la cadena que me atrapa,
como los perros dando vueltas.
Voy a dormir,
y en mi pecho estalla el nervio,
un puño cerrado que retiene el viento,
pero no es ya su hora de tenerme,
no es su turno para torturarme.
Voy a dormir,
y señalo las sombras en las esquinas,
la sangre duerme en mis extremos,
mi mente divaga entre terrazas,
presionando a mi cuerpo al sueño.
Voy a dormir,
y los fantasmas vienen a tocarme,
a veces son tan agradables,
que brotan ríos de mis ojos,
aunque no siempre de alegría.
Voy a dormir,
y espero que el oro de tu pelo,
el verde de tu voz y tu mirar
vengan a contarme todo lo que haremos,
cuando esté durmiendo.
Estoy dormido.
abro el sobre del sueño, me introduzco
como una corriente marina entre sales,
echo encima de mis ojos el peso del mundo,
como un destello de luz sombría.
Voy a dormir,
esparzo sobre mi piel las arenas,
aderezo la sintaxis de mis pensamientos,
limpio la cadena que me atrapa,
como los perros dando vueltas.
Voy a dormir,
y en mi pecho estalla el nervio,
un puño cerrado que retiene el viento,
pero no es ya su hora de tenerme,
no es su turno para torturarme.
Voy a dormir,
y señalo las sombras en las esquinas,
la sangre duerme en mis extremos,
mi mente divaga entre terrazas,
presionando a mi cuerpo al sueño.
Voy a dormir,
y los fantasmas vienen a tocarme,
a veces son tan agradables,
que brotan ríos de mis ojos,
aunque no siempre de alegría.
Voy a dormir,
y espero que el oro de tu pelo,
el verde de tu voz y tu mirar
vengan a contarme todo lo que haremos,
cuando esté durmiendo.
Estoy dormido.
lunes, 16 de mayo de 2016
Dos hombres
En la barra del bar alguien me dijo:
«hay dos hombres dentro de mí ahora,
uno es verde y me empuja hacia el cielo,
canta con voz de vida y rocío sonriendo,
otro es azul y tira hacia abajo a deshoras,
llora con sus ojos cubiertos de caracolas,
ducha con whisky toda su piel de cieno.
El verde esparce su olor a bosque sincero,
el azul canta desgarrada su voz que implora».
«Cuando dejo que se pasen las horas,
el hueco que tengo dentro de desencuentro,
es llenado por uno u por otro dependiendo
de la concurrencia en tiendas de fe curiosa,
de los bichos que trague al abrir la boca,
de la energía que me roben los anhelos
y del latido con que grita la voz del sueño.
Y ambos ríen hasta que llega la aurora».
«Amigo,» le dije «por la voz que implora,
por los vericuertos que tomo si acierto,
por la vendimia de este robo incierto,
espere, que siempre cantará la alondra.
De estar libre de hombres ya llegará la hora,
cuando volar, ya no le dé miedo,
cuando no tenga que arrodillarse al fuego
y sufrir por los dedos tanta demora».
«Tras el hombre verde y el azul se esconden,
envueltos en sus mantos de pandemonio,
el resabio de una herida y un negro odio,
que no cicatrizan y le hacen deforme.
Cuídese mucho, amigo, pues le consumen,
de fuerzas vaya haciendo acopio,
derrote al monstruo y al demonio,
y, nunca deje que la herida le abrume».
Y, en silencio, abandoné la sala.
«hay dos hombres dentro de mí ahora,
uno es verde y me empuja hacia el cielo,
canta con voz de vida y rocío sonriendo,
otro es azul y tira hacia abajo a deshoras,
llora con sus ojos cubiertos de caracolas,
ducha con whisky toda su piel de cieno.
El verde esparce su olor a bosque sincero,
el azul canta desgarrada su voz que implora».
«Cuando dejo que se pasen las horas,
el hueco que tengo dentro de desencuentro,
es llenado por uno u por otro dependiendo
de la concurrencia en tiendas de fe curiosa,
de los bichos que trague al abrir la boca,
de la energía que me roben los anhelos
y del latido con que grita la voz del sueño.
Y ambos ríen hasta que llega la aurora».
«Amigo,» le dije «por la voz que implora,
por los vericuertos que tomo si acierto,
por la vendimia de este robo incierto,
espere, que siempre cantará la alondra.
De estar libre de hombres ya llegará la hora,
cuando volar, ya no le dé miedo,
cuando no tenga que arrodillarse al fuego
y sufrir por los dedos tanta demora».
«Tras el hombre verde y el azul se esconden,
envueltos en sus mantos de pandemonio,
el resabio de una herida y un negro odio,
que no cicatrizan y le hacen deforme.
Cuídese mucho, amigo, pues le consumen,
de fuerzas vaya haciendo acopio,
derrote al monstruo y al demonio,
y, nunca deje que la herida le abrume».
Y, en silencio, abandoné la sala.
martes, 3 de mayo de 2016
Vínculos
Hay vínculos, oh vínculos,
Perlas de cristal separadas del collar,
Rayos de luz cortados por la sombra,
Hay vínculos, oh vínculos,
Destinados a durar hasta que acaban,
Sesgados por la poca fortuna y el momento.
Y hay vínculos, oh vínculos,
Que en mi malhacer he derrotado,
Que malnacido he destrozado,
Hay belleza que no he sabido sacar del fuego,
Ni he sabido restaurarlos con silencio
Hasta haberlos calcinado.
Hay vínculos, oh vínculos,
Que se han desvanecido, por mi mano aplastados.
Perlas de cristal separadas del collar,
Rayos de luz cortados por la sombra,
Hay vínculos, oh vínculos,
Destinados a durar hasta que acaban,
Sesgados por la poca fortuna y el momento.
Y hay vínculos, oh vínculos,
Que en mi malhacer he derrotado,
Que malnacido he destrozado,
Hay belleza que no he sabido sacar del fuego,
Ni he sabido restaurarlos con silencio
Hasta haberlos calcinado.
Hay vínculos, oh vínculos,
Que se han desvanecido, por mi mano aplastados.
sábado, 23 de abril de 2016
Whisky on the rocks
Whisky on the rocks y Rock and Roll
Bebemos los jóvenes para olvidar
Que estamos atrapados en esta jaula de tiempo
Que no tenemos oportunidad en este dado desnudo
Chicas on the rocks y Rock and Roll
Besamos los jóvenes para olvidar
Que estamos sólos en este silencio continuo
Que no hay sitio para nosotros en esta discordia negra
Trabajo on the rocks y Rock and Roll
Sufrimos los jóvenes para sentir
Que podemos mantenernos vivos durante un tiempo
Que brillaremos durante un instante.
Whisky on the rocks y Rock and Roll
Para romper el esquema y hacernos un sitio
Para denigrarnos frente al espejo
Para acabar a puñetazos con el otro.
Bebemos los jóvenes para olvidar
Que estamos atrapados en esta jaula de tiempo
Que no tenemos oportunidad en este dado desnudo
Chicas on the rocks y Rock and Roll
Besamos los jóvenes para olvidar
Que estamos sólos en este silencio continuo
Que no hay sitio para nosotros en esta discordia negra
Trabajo on the rocks y Rock and Roll
Sufrimos los jóvenes para sentir
Que podemos mantenernos vivos durante un tiempo
Que brillaremos durante un instante.
Whisky on the rocks y Rock and Roll
Para romper el esquema y hacernos un sitio
Para denigrarnos frente al espejo
Para acabar a puñetazos con el otro.
miércoles, 20 de abril de 2016
Yo sin mí
Roto el vínculo con el pasado
Atado al presente con voz negra
Cubierto por alas negras que me abrazan
Silencioso rótulo de neón en Sanscrito
Dientes de medusa urticante en la garganta
Oscuros pedestales que esconden mirades bajo las nubes
Certeros hospitales enhebrando sangre en las piernas
Baño gris ausente de rojo sin dioses ni velas
Discretas armaduras observantes del caos
Mentes abstraídas por el crujir de las clases
Dedos con cosquillas centrados en partir la carne
Sombras donde antes sólo había luz
Así estoy yo sin mí
Mientras el mundo gira
Atado al presente con voz negra
Cubierto por alas negras que me abrazan
Silencioso rótulo de neón en Sanscrito
Dientes de medusa urticante en la garganta
Oscuros pedestales que esconden mirades bajo las nubes
Certeros hospitales enhebrando sangre en las piernas
Baño gris ausente de rojo sin dioses ni velas
Discretas armaduras observantes del caos
Mentes abstraídas por el crujir de las clases
Dedos con cosquillas centrados en partir la carne
Sombras donde antes sólo había luz
Así estoy yo sin mí
Mientras el mundo gira
lunes, 11 de abril de 2016
cubiertos los ojos por la desgracia
Cubiertos los ojos por la desgracia,
ausente tu garganta con la brisa del páramo,
así es como he de recordarme.
Negra la mirada, oculta de mi ser,
silenciosos los códices del recuerdo,
anulada toda la memoria que tengo.
No hay más sangre dorada en mis venas,
no me quedan cuentos que narrar,
no hay ventanas ni sol de infancia.
El azul que recubre el canto de mis pájaros,
el silencioso cuchillo que amenaza el verano,
esa desnudez rota que enciendo con mi cuerpo.
Pero por un vínculo con tu corazón,
por una entrada más en tu recuerdo lo daría todo,
si tan sólo pudiese volver a ser algo más que mi sombra,
lograría poder dar un paso más, sin apoyarme en ausencias.
ausente tu garganta con la brisa del páramo,
así es como he de recordarme.
Negra la mirada, oculta de mi ser,
silenciosos los códices del recuerdo,
anulada toda la memoria que tengo.
No hay más sangre dorada en mis venas,
no me quedan cuentos que narrar,
no hay ventanas ni sol de infancia.
El azul que recubre el canto de mis pájaros,
el silencioso cuchillo que amenaza el verano,
esa desnudez rota que enciendo con mi cuerpo.
Pero por un vínculo con tu corazón,
por una entrada más en tu recuerdo lo daría todo,
si tan sólo pudiese volver a ser algo más que mi sombra,
lograría poder dar un paso más, sin apoyarme en ausencias.
sábado, 9 de abril de 2016
El émbolo de la aguja.
El vino llenaba las copas como un charco de sangre, impregnando la sala con el olor del trabajo de las manos de todos los que lo habían cuidado en su viaje desde uva hasta jugo, mimándolo durante su paseo por las barricas, durmiendo en maderos hasta ver la luz entre cristales, presenciando el cúlmen y lo despreciable de la conducta humana. Ella mostraba con sus ojos la mirada de un corazón abierto, sus ojos verdes como una selva llena de charcos, un barrizal de naturaleza y patio de colegio donde los niños absorben el mundo por vez primera. Él se resguarda de ellos en el sofá, consciente de sí mismo y los límites de su cuerpo, dejando caer su piel huesuda sobre su ropa, que está sentada con profundidad sobre los cojines. La velada avanza con calidez, ella ríe como mil lirios dejando caer su lluvia como un rocío fresco en todos los rincones de la habitación. Él decide abrir su alma de tinieblas poco a poco, temeroso de asustar la luz de los ojos de ella, dejando que la lluvia lo recubra como un polvo astuto y discreto, sintiéndose aplastado por el peso de la vida que no le saluda. Ella tiene cicatrices en las mejillas, una tristeza que hace tiempo que se ha ido pero que siempre deja un aliento de corrosión sobre la piel, a pesar de la sonrisa y la alegría que la cubren la mayoría de los días.
- Elena, está siendo una noche magnífica - comienza él, sin titubear, ignorando los chillidos de su corazón corrompido -, pero me gustaría que no se quedase solamente en esto. Creo que sabes que siento cierta atracción por ti.
Ella titubea un momento, suspira y continúa pronunciando el nombre de él:
- Me gusta mucho hablar contigo, pero sabes que ese sentimiento no es mútuo... - un manto de silencio recubre la habitación - Pero no quiero que esta noche acabe aquí, quédate un rato más, por favor.
Él la mira, con el agujero en el pecho aullando, succionando toda la lluvia que ha estado esparcida por la habitación, con los labios de otra mujer reclamando su nombre en el fondo de su pecho. Sus ojos se consumen en el fuego del rechazo, el silencio de ella es un muro que está dispuesto a aplastar. Ella siente el ímpetu de los labios de él, su furia, su fuerza contra el volumen de su cuerpo y sus propios labios. Con delicadeza, con los dedos como ramas de parra, empuja el pecho de él hacia atrás, observándole los ojos vacíos de rojo y llenos de azul. Él, como un signo de interrogación, se abandona a la huida y desaparece su presencia mínima de la habitación, dejando intacto el vino en las copas, secando toda la risa de la estancia, llevándose consigo cualquier resquicio que pudiera quedar allí de felicidad. Ella se abandona a las sábanas, preguntándose qué palabras dijo él verdaderas y qué palabras dijo solamente para acercarse a sus labios.
Él se sienta con ellos en las barras de los bares. Bebe líquidos más bastardos que el vino, degusta cervezas de agua de río sucio en vasos reutilizados, come frutos secos de cuencos usados mil veces, como mil veces bebieron mil hombres antes que él. Aquellos que se empeñan en llamar amigos preguntan por la velada, preguntan por su cara triste a pesar de haber prometido un relato de lujuria, a pesar de haber prometido el descanso de su sexo, a pesar de haber prometido sellar el agujero de su pecho.
- Es una calientapollas - atestiguaba a cualquier que se atreviese a preguntar -. Estuvo toda la noche calentándome pero luego no se atrevió. Soy demasiado para ella. Ya sabes, ahora a buscar a otra putita que me alegre la noche.
Horas más tarde se introduce en la bañera con las ropas puestas. El agujero del pecho duele demasiado. Fue abandonado por una mujer anteriormente a la llegada de Ella, todavía no es capaz de procesar su cerebro tal cantidad de dolor, su pecho sigue tragando líquido, risas y momentos como si un colador fuese. Sigue robándole dinero a sus padres para poder costear el ritmo de vida que le requiere el agujero, sigue siendo un esclavo de ese vacío emocional que le pide más y más conforme pasan los días. Y sigue mintiendo, hiriendo y ocultando la lástima que siente por sí mismo, con tal de que nadie vea las puertas de oscuridad que tiene debajo de las costillas.
- Si solamente pudiese beber sangre...
Las ropas se inundan conforme el agua caliente alivia los músculos doloridos de su escaso pellejo. El alba atruena por los tejados de la ciudad, entrando en el cuarto de baño con insultante claridad para un habitante de la nocturnidad. Desconociendo la dósis necesaria para sus propósitos introduce la aguja en su piel, contemplando cómo una gota de su sangre sale de su codo, mezclándose con el líquido transparente, como una nebulosa sobre un fondo blanco. El émbolo se desliza hacia el interior de su cuerpo, haciendo el amor con la muerte. Si tan sólo unas manos firmes hubiesen sabido cuidar de sus uvas antes de que se pudriesen no estaría sumergiendo el rostro dentro del agua.
Si tan sólo alguien hubiese sabido evitar que se convirtiese en vinagre, tal vez hubiese podido convertirse también en lluvia y en luz.
viernes, 18 de marzo de 2016
Poema automático
No siento
nada me encuentro vacío
A veces
intento escribir un poema o algo
Pero solamente
encuentro resonares huecos en mi interior
Desaparecen
las caras dentro de mi rostro
Mis ojos
son dos títeres colgados de hilos
Hay una
llave en mis orejas derritiendo la cera
Las flores
están curvadas sobre mi césped
Hay una
tristeza desnuda que me sigue a todas partes
Una nube
como una oveja que negra se divierte
Hay un
silencio en mi cabeza cuando no está el ruido
Hay ruido
en mi silencio cuando no está mi cabeza
Cuando llega
el ruido siempre aparece despierto
Golpeándome
el pecho con un martillo
Picando
mi carne y oculto tras sus caudales
Mi corazón
se estruja sobre el pecho
Cuando el
dolor me adormece hay días oscuros
Cuando el
dolor despierta hay días brillantes
Al
llegar la tarde se adormecen mis sentidos
Y tengo
que beber de jarros oscuros para seguir respirando
Si no
bebiese ni atacase mis nervios
Acabaría
derramándome por las esquinas
Incapaz
de contener mi corazón dentro del pecho
martes, 15 de marzo de 2016
Serpientes
Fantasmas susurran cosas terribles,
esparcen sus rumores como mierda por las calles,
veneno segrega su boca y sus colmillos
con tal de llenar el hueco que tienen en el pecho.
Como demonios se alzan sobre las verjas,
con la polla sobre la cabeza olvidándose del cerebro,
como serpientes castradas y sigilosas que observan
y pacientes esperan para realizar su mordida final.
La niebla que disgregan sobre las calles,
sobre tu cabeza, tu cuerpo y el de mis allegados,
esa corrupción que disuelve sus vestiduras,
ese ácido para deshacerme no me calará.
Si encendiésemos las luces y diésemos una descarga,
veríamos que el demonio no es más que un bicho,
un gusano patético que se arrastra, un niño sin juguetes,
y que de un pisotón se pueden descabezar mil serpientes.
esparcen sus rumores como mierda por las calles,
veneno segrega su boca y sus colmillos
con tal de llenar el hueco que tienen en el pecho.
Como demonios se alzan sobre las verjas,
con la polla sobre la cabeza olvidándose del cerebro,
como serpientes castradas y sigilosas que observan
y pacientes esperan para realizar su mordida final.
La niebla que disgregan sobre las calles,
sobre tu cabeza, tu cuerpo y el de mis allegados,
esa corrupción que disuelve sus vestiduras,
ese ácido para deshacerme no me calará.
Si encendiésemos las luces y diésemos una descarga,
veríamos que el demonio no es más que un bicho,
un gusano patético que se arrastra, un niño sin juguetes,
y que de un pisotón se pueden descabezar mil serpientes.
domingo, 13 de marzo de 2016
El hombre de cuatro rostros
(Poema escrito a finales de Julio de 2016)
Una nube de cuchillos me desgarra,
martillos trabajan mi fría armadura
haciendo su nido amargo en mi espalda,
coloreando mi piel con claros de luna.
Un gusano siniestro toma mi sino,
insectos selectos recogen sus pelos,
resoplan crujiendo su ojo intestino,
siendo colmena de su abyecto cortejo.
Su reina dirige con tesón el ritmo,
dibuja círculos rotos con cicuta,
verde asqueado, son sus vapores castigo,
y lo vierte, y en la sangre circula.
E, incierto en su ser, un soldado canta,
difuminando y silenciando al bestiario,
aprisionando mis pulmones con plantas,
apuñalándome dentro de su diario.
Mi rostro es un corrupto busto de Jano,
mi faz separada roja maltratada:
dolor y odio, culpa y asco a cada lado,
mi azul ser cortado en cuatro por la espalda.
Que nunca duerman quienes debieran temer a los hombres de cuatro caras.
Una nube de cuchillos me desgarra,
martillos trabajan mi fría armadura
haciendo su nido amargo en mi espalda,
coloreando mi piel con claros de luna.
Un gusano siniestro toma mi sino,
insectos selectos recogen sus pelos,
resoplan crujiendo su ojo intestino,
siendo colmena de su abyecto cortejo.
Su reina dirige con tesón el ritmo,
dibuja círculos rotos con cicuta,
verde asqueado, son sus vapores castigo,
y lo vierte, y en la sangre circula.
E, incierto en su ser, un soldado canta,
difuminando y silenciando al bestiario,
aprisionando mis pulmones con plantas,
apuñalándome dentro de su diario.
Mi rostro es un corrupto busto de Jano,
mi faz separada roja maltratada:
dolor y odio, culpa y asco a cada lado,
mi azul ser cortado en cuatro por la espalda.
Que nunca duerman quienes debieran temer a los hombres de cuatro caras.
sábado, 12 de marzo de 2016
El dolor es mi pastor, nada me falta
Reza para cuando lleguen las plagas, hijo mío, reza para no perderte sólo por las veredas del Nilo cuando llueva sangre y caiga la oscuridad sobre nosotros. Hijo mío, reza, que sólo así podrás no ser engullido por los ojos de las tinieblas. Reza cuando andes por los barros, hijo mío, cuando cada paso sea una tortura, reza cuando la arena no te deje ver el camino, cuando la cólera de Dios aguarde en los bastidores de las dunas. Reza hijo mío, por no quedarte sólo, porque tus dioses te han abandonado.
Yo rezaré para que no sucumbas a las tentaciones frente al escorpión, para que no mires ansioso su aguijón entre tanta tormenta. Para que no te lleven cuando vengan a por el primogénito. Cubriré nuestras puertas con sangre de cordero y pediré a las nubes negras que se abran despacio para enseñarnos una pequeña luz azulada, para enseñarte a que sigas rezando. Para que aprendas que rezar no sirve de nada, y que solamente tu pie te sacará del pozo. Que solamente tú, con mi ayuda, puedes esquivar a los dioses y las plagas.
lunes, 7 de marzo de 2016
Recuerdos
Cada vez que estoy en esta habitación,
Recuerdo que te contuvo en tu inmensidad.
Cada vez que paseo por esta ciudad,
Recuerdo que fuiste feliz caminando sus calles.
Cada vez que viajo en los autobuses,
Recuerdo tu cabeza en mi espalda.
Cada vez que miro este cielo,
Recuerdo el negro de tu boca ardiendo.
Cada vez que bebo en estos bares,
Recuerdo tu presencia en el taburete de al lado.
Cada vez que me acuerdo de ti
Mi mente, en secreto, distribuye felicidad;
Y mis dedos buscan acariciar tu espalda.
Por suerte, dura poco
Y vuelvo a la vida real,
A la felicidad de seguir respirando,
Compartiendo con otras personas,
Visitando la belleza con nuevos amores.
Por suerte, no duele,
Y puedo guardarlo como un tesoro,
Retazos de la felicidad que me acompaña,
Guardia impoluta de mi vida pasada,
Silenciosa sonrisa de mi presente preciado.
Recuerdo que te contuvo en tu inmensidad.
Cada vez que paseo por esta ciudad,
Recuerdo que fuiste feliz caminando sus calles.
Cada vez que viajo en los autobuses,
Recuerdo tu cabeza en mi espalda.
Cada vez que miro este cielo,
Recuerdo el negro de tu boca ardiendo.
Cada vez que bebo en estos bares,
Recuerdo tu presencia en el taburete de al lado.
Cada vez que me acuerdo de ti
Mi mente, en secreto, distribuye felicidad;
Y mis dedos buscan acariciar tu espalda.
Por suerte, dura poco
Y vuelvo a la vida real,
A la felicidad de seguir respirando,
Compartiendo con otras personas,
Visitando la belleza con nuevos amores.
Por suerte, no duele,
Y puedo guardarlo como un tesoro,
Retazos de la felicidad que me acompaña,
Guardia impoluta de mi vida pasada,
Silenciosa sonrisa de mi presente preciado.
viernes, 4 de marzo de 2016
Vivir es...
Vivir es luchar contra mi cabeza,
separar el respirar del ruido,
diferenciar el latir del corazón
de los grandes tambores de guerra.
Vivir es desbrozar hojas en un parque,
dejar que el frío se cebe conmigo,
aprender a sentir el calor de las estrellas,
entonar canciones de vuelta a casa.
Vivir es cantar contra ti mismo,
evitar que te use como arma el miedo,
perdonar la rigidez de los demás
y continuar con paso rápido.
Vivir es vivir por dentro,
sonreír ante el paisaje sereno,
expandir tu alma por toda la calle,
sentirte uno más de todo este juego.
Vivir es aprender a controlar el nervio,
evitar usar los dedos como armas,
no arañar la cabeza por dentro,
no tentar a la suerte con pistolas.
Vivir es vivir sin ti, vivir sin mí.
Vivir es ampliar tu límite al universo,
dejar de controlar las flores del mal,
parar el flujo de pánico a las venas.
separar el respirar del ruido,
diferenciar el latir del corazón
de los grandes tambores de guerra.
Vivir es desbrozar hojas en un parque,
dejar que el frío se cebe conmigo,
aprender a sentir el calor de las estrellas,
entonar canciones de vuelta a casa.
Vivir es cantar contra ti mismo,
evitar que te use como arma el miedo,
perdonar la rigidez de los demás
y continuar con paso rápido.
Vivir es vivir por dentro,
sonreír ante el paisaje sereno,
expandir tu alma por toda la calle,
sentirte uno más de todo este juego.
Vivir es aprender a controlar el nervio,
evitar usar los dedos como armas,
no arañar la cabeza por dentro,
no tentar a la suerte con pistolas.
Vivir es vivir sin ti, vivir sin mí.
Vivir es ampliar tu límite al universo,
dejar de controlar las flores del mal,
parar el flujo de pánico a las venas.
lunes, 29 de febrero de 2016
Anuncios por palabras
Relajación:
Dulce desnudo acompaña al sueño
Revertiendo las campanas melódicas,
Sirviendo libélulas y tragaluces,
Como una duermevela de oro.
Depresión:
Triste cuento solitario y mojado
Adormece sus libretos sobre el escenario,
Anestesia el cuerpo hasta lo más profundo,
Y llora cuando no siente nada.
Enfermedad:
Suave campo tapizado con sangre
Busca simiente que lo bautice de negro,
Cuenta con gotas mientras se hincha,
Como una vida que se rompe despacio.
Ansiedad:
Juego de cuchillos que se alojan en el pecho
Buscan recuerdos que convertir en polvo.
Prensa hidráulica llena de avaricia
Ataca siempre al amanecer.
Amor:
Corazón en bucle atrapado en una galaxia
Busca salida de laberintos tan grandes.
Corazón en bucle atrapado en la oscuridad,
Busca encontrar de nuevo la luz.
Dulce desnudo acompaña al sueño
Revertiendo las campanas melódicas,
Sirviendo libélulas y tragaluces,
Como una duermevela de oro.
Depresión:
Triste cuento solitario y mojado
Adormece sus libretos sobre el escenario,
Anestesia el cuerpo hasta lo más profundo,
Y llora cuando no siente nada.
Enfermedad:
Suave campo tapizado con sangre
Busca simiente que lo bautice de negro,
Cuenta con gotas mientras se hincha,
Como una vida que se rompe despacio.
Ansiedad:
Juego de cuchillos que se alojan en el pecho
Buscan recuerdos que convertir en polvo.
Prensa hidráulica llena de avaricia
Ataca siempre al amanecer.
Amor:
Corazón en bucle atrapado en una galaxia
Busca salida de laberintos tan grandes.
Corazón en bucle atrapado en la oscuridad,
Busca encontrar de nuevo la luz.
domingo, 28 de febrero de 2016
Space Oddity
Me enseñaste cómo nos apagabas,
Un jarro de agua fría sobre las cenizas.
Luego corriste con tu herida,
Sin pararte a contemplar hacia donde.
Ahora sé que te acuestas entre espinos,
Que bebes veneno para olvidar,
Sé que sonríes con la boca cerrada,
Por miedo a que no la quieran como yo.
Sé que te internas en tierras oscuras,
Como una noche sin luna ni estrellas,
Tierras que visitaste cuando yo no existía en ti,
Espero que tu noche sea corta.
Espero que no te hiera demasiado.
Espero que seas feliz estando ciega.
Espero que no te cruces con el monstruo,
Que se sacie después de beber de ti un par de veces,
Que no pueda llegar a hurgar en tu cabeza.
Y yo, yo me apago mientras me alejo,
Sabiendo que mi nave conoce donde voy,
Lejos, muy lejos sobre la luna,
Huyendo de esta urbe corrupta,
Convirtiéndome en uno con las estrellas,
Desnudo en medio de la oscuridad,
Acurrucado sin el calor de tus soles.
Estaré bien, sobreviviré. Me haré una luz más.
No voy a dejar que me conviertan en un agujero negro,
No voy a dejar que me hagan devorar toda mi luz.
Y, si alguna vez piensas en regresar,
Búscame detrás del escenario del mundo,
Desgajando mariposas en mi cápsula,
Durmiendo en hipersueño,
Caminando por la superficie del sol,
Bebiéndome las nebulosas,
Observando los cometas desnudos,
Como hacía antes de ti.
Un jarro de agua fría sobre las cenizas.
Luego corriste con tu herida,
Sin pararte a contemplar hacia donde.
Ahora sé que te acuestas entre espinos,
Que bebes veneno para olvidar,
Sé que sonríes con la boca cerrada,
Por miedo a que no la quieran como yo.
Sé que te internas en tierras oscuras,
Como una noche sin luna ni estrellas,
Tierras que visitaste cuando yo no existía en ti,
Espero que tu noche sea corta.
Espero que no te hiera demasiado.
Espero que seas feliz estando ciega.
Espero que no te cruces con el monstruo,
Que se sacie después de beber de ti un par de veces,
Que no pueda llegar a hurgar en tu cabeza.
Y yo, yo me apago mientras me alejo,
Sabiendo que mi nave conoce donde voy,
Lejos, muy lejos sobre la luna,
Huyendo de esta urbe corrupta,
Convirtiéndome en uno con las estrellas,
Desnudo en medio de la oscuridad,
Acurrucado sin el calor de tus soles.
Estaré bien, sobreviviré. Me haré una luz más.
No voy a dejar que me conviertan en un agujero negro,
No voy a dejar que me hagan devorar toda mi luz.
Y, si alguna vez piensas en regresar,
Búscame detrás del escenario del mundo,
Desgajando mariposas en mi cápsula,
Durmiendo en hipersueño,
Caminando por la superficie del sol,
Bebiéndome las nebulosas,
Observando los cometas desnudos,
Como hacía antes de ti.
miércoles, 24 de febrero de 2016
Si no
Si no me recorriesen más las sombras,
Me acercaría a ti muy despacio y lento.
Si no me atasen estas pesas al suelo,
Juntaríamos nuestras manos redondas.
Si no estuviese atorado por el miedo,
Bailaríamos encima de las rocas.
Si la vida no usase fuerza tan honda,
Me alzaría victorioso sobre el cieno.
Pero siempre aprietan mucho, demasiado,
Y no puedo ver debajo de los dedos
De los gigantes que achuchan con esmero,
Sean médicos, violadores o enfermos.
Felicidad, espero estar reparado,
Me mantienen alejado de tu aliento.
Me acercaría a ti muy despacio y lento.
Si no me atasen estas pesas al suelo,
Juntaríamos nuestras manos redondas.
Si no estuviese atorado por el miedo,
Bailaríamos encima de las rocas.
Si la vida no usase fuerza tan honda,
Me alzaría victorioso sobre el cieno.
Pero siempre aprietan mucho, demasiado,
Y no puedo ver debajo de los dedos
De los gigantes que achuchan con esmero,
Sean médicos, violadores o enfermos.
Felicidad, espero estar reparado,
Me mantienen alejado de tu aliento.
martes, 23 de febrero de 2016
Cover Space Oddity.
Cover Space Oddity
Quisiera, aparte de lo que suelo publicar habitualmente en mi blog, compartir con vosotros hoy un cover de esta canción que he realizado con mi amiga Mara McDyre. Me gustaría dedicárselo a todos mis amigos que han sufrido en los últimos meses por los reveses que nos da la vida.
Quisiera, aparte de lo que suelo publicar habitualmente en mi blog, compartir con vosotros hoy un cover de esta canción que he realizado con mi amiga Mara McDyre. Me gustaría dedicárselo a todos mis amigos que han sufrido en los últimos meses por los reveses que nos da la vida.
lunes, 22 de febrero de 2016
Sereno viajo por los montes,
El sol pendiente del aguacero,
Desapareciendo sus colores de flores,
Escondiendo de mi cabeza el negro.
Suaves se arrastran las olas,
El mar acogiéndose al oleaje,
Creando en mi corazón caracolas,
Liberándome de cadenas como un ave.
Silenciosas conversan las nubes,
Sonrojándose sobre los montes graciosas,
Dándole la calma a la urbe,
Anclándome a tu presencia preciosa.
Da igual si llueve o hace sol,
Si nieva o truena.
Si estoy sólo o acompañado.
Me pesan los errores cometidos,
El egoísmo exacerbado,
El calambre que me hace estar sólo:
Si viene conmigo el mar, todo irá bien.
El sol pendiente del aguacero,
Desapareciendo sus colores de flores,
Escondiendo de mi cabeza el negro.
Suaves se arrastran las olas,
El mar acogiéndose al oleaje,
Creando en mi corazón caracolas,
Liberándome de cadenas como un ave.
Silenciosas conversan las nubes,
Sonrojándose sobre los montes graciosas,
Dándole la calma a la urbe,
Anclándome a tu presencia preciosa.
Da igual si llueve o hace sol,
Si nieva o truena.
Si estoy sólo o acompañado.
Me pesan los errores cometidos,
El egoísmo exacerbado,
El calambre que me hace estar sólo:
Si viene conmigo el mar, todo irá bien.
viernes, 19 de febrero de 2016
Las Uvas de la Ira
En las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y se vuelven pesadas, cogiendo peso, listas para la vendimia
Abren en el almuerzo los periódicos
y enseñan a los hombres de negro,
algunos sudan azufre por los poros,
otros, sólo se visten de azul.
Muchos pronuncian palabras venenosas,
y los demás callan como cómplices,
sofocados por grandes bestias babélicas,
teñidas con nieves sus coronas;
naúfragos incapaces en el mar.
Llevan tiempo creciéndome uvas de la ira,
produciéndome vino ácido.
Crecen y doblan la rama hacia el vacío,
madurando, tornándose negras.
Y cuando exploten, pintando las paredes
con su jugo morado de rabia,
y cuando exploten las de mis iguales,
¿Cómo podrán beber las bestias grises
tanto mosto mortífero en silencio?
Abren en el almuerzo los periódicos
y enseñan a los hombres de negro,
algunos sudan azufre por los poros,
otros, sólo se visten de azul.
Muchos pronuncian palabras venenosas,
y los demás callan como cómplices,
sofocados por grandes bestias babélicas,
teñidas con nieves sus coronas;
naúfragos incapaces en el mar.
Llevan tiempo creciéndome uvas de la ira,
produciéndome vino ácido.
Crecen y doblan la rama hacia el vacío,
madurando, tornándose negras.
Y cuando exploten, pintando las paredes
con su jugo morado de rabia,
y cuando exploten las de mis iguales,
¿Cómo podrán beber las bestias grises
tanto mosto mortífero en silencio?
martes, 16 de febrero de 2016
Ser infeliz
No sé ser infeliz.
Cuando me envuelve la red,
Dejo que me arrastre sin luchar.
Cuando me absorbe la corriente,
Dejo que me muerda sin resistencia.
Cuando llueve dejo que me moje.
Cuando nieva dejo que me cubra.
No soy capaz de comprender
Que esos pequeños retablos de vida,
Deben dejarse ir sin darle más importancia.
No sé ser infeliz.
Y cuando me tapa por entero,
Acuchillo a mi alrededor,
Sin saber quién es el culpable
De tanto daño.
Cuando me envuelve la red,
Dejo que me arrastre sin luchar.
Cuando me absorbe la corriente,
Dejo que me muerda sin resistencia.
Cuando llueve dejo que me moje.
Cuando nieva dejo que me cubra.
No soy capaz de comprender
Que esos pequeños retablos de vida,
Deben dejarse ir sin darle más importancia.
No sé ser infeliz.
Y cuando me tapa por entero,
Acuchillo a mi alrededor,
Sin saber quién es el culpable
De tanto daño.
miércoles, 10 de febrero de 2016
El cazador.
Las mariposas dibujan grandes ojos en sus alas para asustar a sus predadores. Ocultas entre la maleza simulan ser dos cuencas oculares enormes con el objetivo de extender el miedo y aprovechar las deficiencias de la visión de los que las atrapan. Algunas especies de polillas dibujan calaveras en sus lomos.
Las ranas en mitad de la selva dibujan colores llamativos como advertencia, símbolo del veneno que rezuma su piel. No me comas, chillan los verdes, púrpuras y azules, incluso rojos. Diversas especies de insectos también utilizan los colores como advertencia, a veces como órdago.
La piel humana es un lienzo en blanco. Los jóvenes dibujan calaveras, tribales, lagartos en ellas. A veces como símbolo de apareamiento, de ocio, de admiración, etc. A veces porque sí. Otros insuflan la vida de su comunidad en su piel. La cultura, aunque Nietzsche la defina como un horizonte de posibilidades y Marx como la producción intelectual de una superestructura, es una alucinación colectiva que obliga a comunidades a mutilar niños y a pintarse las pieles.
Yo pinto mi piel para cazar, como los tigres pintan su pelaje para ocultarse entre la maleza. Como los leones para parecer arena entre los hierbajos. Yo me oculto en la noche mientras pinto mi cara y mis ojos con la curbatura de las ceras, con los pigmentos rozando mi piel dejando pequeñas trazas de sí mismos, vertiendo la carga de su toxina sobre mí.
Yo inoculo tinta en mis pupilas para acercarme a los ojos de las bestias, modelo mis dientes con limas para poder cortar la carne. Aumento mis músculos durante horas para poder adaptarme a mis motivaciones. Yo endurezco mis puños y mis piernas para superar mis motivaciones. Yo soy el producto de la modernidad, yo soy el hombre moderno al límite. Yo he cultivado mi intelecto en las más profundas bibliotecas, accediendo a los pozos abisales del conocimiento, yo he aprendido a vivir la soledad de mí mismo, a palpar las murallas de mi limitación, a escalarlas y a aprender a salir victorioso de la tierra para convertirme en poseedor del conocimiento. Fuera de la caverna encontré un mundo lleno de tormentas, truenos y rayos.
Yo soy aquél que ha llegado a la perfección de su cuerpo, a la imitación de los modelos naturales para poder ser mi propio dios, el creador de mi propia especie, el que puede traer la pureza a este mundo. Yo he contemplado la verdad con mis propios ojos y he sido lo suficientemente fuerte como para afrontarla, aceptarla, consumirla.
Por eso espero, me agazapo entre las sombras, como un felino, como un cánido. Ante la incertidumbre de la presa. Para un hombre cuya obra ya es potencialmente inmortal la espera no es molesta, sino casi una bendición.
Por ahí vienen, poco queda. El cambio ha de comenzar por los símbolos. Cada paso de sus zapatos, cada movimiento de su pantalón y su chaqueta son un movimiento más en que su traje le empuja a la muerte.
Cuando se acerca lo suficiente salto de entre la maleza y empuño mis manos y mis dientes hacia él, todo el peso de la verdad y la justicia habrá de caer sobre este símbolo, los escoltas apuntan hacia mí, de nada servirá. Nada sirve de nada cuando tienes un destino manifiesto que ha de ser cumplido, cuando dos millones de años de historia están enfocados a darte la razón y convertirte en la única fuente de verdad absoluta. Cuando eres el paso para el que la humanidad ha estado preparándose.
Yo pinto mi piel para cazar, como los tigres pintan su pelaje para ocultarse entre la maleza. Como los leones para parecer arena entre los hierbajos. Yo me oculto en la noche mientras pinto mi cara y mis ojos con la curbatura de las ceras, con los pigmentos rozando mi piel dejando pequeñas trazas de sí mismos, vertiendo la carga de su toxina sobre mí.
Yo inoculo tinta en mis pupilas para acercarme a los ojos de las bestias, modelo mis dientes con limas para poder cortar la carne. Aumento mis músculos durante horas para poder adaptarme a mis motivaciones. Yo endurezco mis puños y mis piernas para superar mis motivaciones. Yo soy el producto de la modernidad, yo soy el hombre moderno al límite. Yo he cultivado mi intelecto en las más profundas bibliotecas, accediendo a los pozos abisales del conocimiento, yo he aprendido a vivir la soledad de mí mismo, a palpar las murallas de mi limitación, a escalarlas y a aprender a salir victorioso de la tierra para convertirme en poseedor del conocimiento. Fuera de la caverna encontré un mundo lleno de tormentas, truenos y rayos.
Yo soy aquél que ha llegado a la perfección de su cuerpo, a la imitación de los modelos naturales para poder ser mi propio dios, el creador de mi propia especie, el que puede traer la pureza a este mundo. Yo he contemplado la verdad con mis propios ojos y he sido lo suficientemente fuerte como para afrontarla, aceptarla, consumirla.
Por eso espero, me agazapo entre las sombras, como un felino, como un cánido. Ante la incertidumbre de la presa. Para un hombre cuya obra ya es potencialmente inmortal la espera no es molesta, sino casi una bendición.
Por ahí vienen, poco queda. El cambio ha de comenzar por los símbolos. Cada paso de sus zapatos, cada movimiento de su pantalón y su chaqueta son un movimiento más en que su traje le empuja a la muerte.
Cuando se acerca lo suficiente salto de entre la maleza y empuño mis manos y mis dientes hacia él, todo el peso de la verdad y la justicia habrá de caer sobre este símbolo, los escoltas apuntan hacia mí, de nada servirá. Nada sirve de nada cuando tienes un destino manifiesto que ha de ser cumplido, cuando dos millones de años de historia están enfocados a darte la razón y convertirte en la única fuente de verdad absoluta. Cuando eres el paso para el que la humanidad ha estado preparándose.
sábado, 6 de febrero de 2016
Soy un humano y yerro,
Cargo mis errores sobre los hombros,
Y los dejo cicatrizar dándoles besos,
Como retratos de mis otros yo.
Cuando me acuesto en la noche,
Los abrazo y miro despacio.
Cuando me duermo en silencio,
Los guardo como pequeños tesoros.
Soy un humano que fracasa,
Y atesoro mis fallos en un cofre,
Y lo miro discreto antes de dormir
Como una ola que lame la playa.
Cuando llegan los vientos frios,
Los acuno entre mis sábanas.
Cuando se apagan las estrellas,
Brillo entre ellos con luz propia.
Cargo mis errores sobre los hombros,
Y los dejo cicatrizar dándoles besos,
Como retratos de mis otros yo.
Cuando me acuesto en la noche,
Los abrazo y miro despacio.
Cuando me duermo en silencio,
Los guardo como pequeños tesoros.
Soy un humano que fracasa,
Y atesoro mis fallos en un cofre,
Y lo miro discreto antes de dormir
Como una ola que lame la playa.
Cuando llegan los vientos frios,
Los acuno entre mis sábanas.
Cuando se apagan las estrellas,
Brillo entre ellos con luz propia.
miércoles, 3 de febrero de 2016
Ansiedad
Mientras mi cuerpo yace en la cama,
Puedo oír a mi corazón golpeando mi pecho.
Mientras camino por las calles desiertas,
Puedo oír la sangre atascándose en mis sienes.
Cuando me deslizó por las aceras con prisa,
Siento mi corazón queriendo huir de dentro de mí,
Y mi sangre torpe avanzando por mis arterias.
Hay un traidor en mi cuerpo.
Quiere parar su baile y dejarme en silencio.
Hay un complot dentro de mí.
Mis ojos sólo ven peligros,
Mis oídos sólo oyen lo que más retumba.
Pero yo soy más listo,
Y me fijo en las hojas de los árboles,
Y oigo la risa de las personas,
Y mis manos hacen regalos,
Y me escucho quietamente,
Buscando mi voz eléctrica.
Hay un traidor en mi cuerpo,
Pero el complot será parado,
Y mi corazón no dejará mi pecho.
Puedo oír a mi corazón golpeando mi pecho.
Mientras camino por las calles desiertas,
Puedo oír la sangre atascándose en mis sienes.
Cuando me deslizó por las aceras con prisa,
Siento mi corazón queriendo huir de dentro de mí,
Y mi sangre torpe avanzando por mis arterias.
Hay un traidor en mi cuerpo.
Quiere parar su baile y dejarme en silencio.
Hay un complot dentro de mí.
Mis ojos sólo ven peligros,
Mis oídos sólo oyen lo que más retumba.
Pero yo soy más listo,
Y me fijo en las hojas de los árboles,
Y oigo la risa de las personas,
Y mis manos hacen regalos,
Y me escucho quietamente,
Buscando mi voz eléctrica.
Hay un traidor en mi cuerpo,
Pero el complot será parado,
Y mi corazón no dejará mi pecho.
lunes, 1 de febrero de 2016
Nuevas reinas.
Fuego e hielo te coronan en la oscuridad,
paseando descalzos por tu cuello desierto,
con la tierra brotando como sangre en tu nariz,
con tus dedos como hierros abrazándome.
La profundiad de tu mirar azul resquebraja,
este viejo amor mío que se apaga despacio,
y, sin darme cuenta, cada vez eres más tú
en vez de ser más ella en mi pensamiento.
¿Quién hubiese pensado que se acabaría así,
que, de golpe, ella se fuese por el lavabo?
¿Quién debió de pensar que el terror se la llevaría,
amándome y habiéndome amado?
¿Quién pensó que nuestro mundo se teñiría de negro,
mientras amanece la luna de nuestra nueva intimidad?
No hay respuestas salvo la sacudida del mar furioso,
no tengo las manos para edificar castillos de arena.
Sólo quiero poder dormir solo, rodeado de tanta memoria
y poder mirar este naufragio y decir:
"aquí estuve. Vine, vi y vencí."
Mientras me agarro a tus manos nuevas.
paseando descalzos por tu cuello desierto,
con la tierra brotando como sangre en tu nariz,
con tus dedos como hierros abrazándome.
La profundiad de tu mirar azul resquebraja,
este viejo amor mío que se apaga despacio,
y, sin darme cuenta, cada vez eres más tú
en vez de ser más ella en mi pensamiento.
¿Quién hubiese pensado que se acabaría así,
que, de golpe, ella se fuese por el lavabo?
¿Quién debió de pensar que el terror se la llevaría,
amándome y habiéndome amado?
¿Quién pensó que nuestro mundo se teñiría de negro,
mientras amanece la luna de nuestra nueva intimidad?
No hay respuestas salvo la sacudida del mar furioso,
no tengo las manos para edificar castillos de arena.
Sólo quiero poder dormir solo, rodeado de tanta memoria
y poder mirar este naufragio y decir:
"aquí estuve. Vine, vi y vencí."
Mientras me agarro a tus manos nuevas.
viernes, 29 de enero de 2016
Galaxias
Hay luces en mi interior.
Pequeñas luces agrupadas como
galaxias.
Hay un infinito en mí,
cubierto por la carne y el sol que
irradia.
Hay asteroides para mí
vagando en silencio y quietud desnuda.
A veces me tumbo en la cama,
cansado tras el decaer eterno de los
días,
y siento la oscuridad que me invade,
como un agua que rodea mi balsa y
floto.
A veces se acerca y me roza los dedos,
para entrar en mí como una catarata
descalza.
Y me ahoga y me aprisiona llevándose
mi aire.
Pero siempre se quedan ahí las
estrellas.
Siempre las siento bajo mi piel,
y me iluminan como un faro en la noche.
No hay marea tan grande como para
apagarlas.
No hay oscuridad tan grande como para
consumirlas.
No hay fuerza que me despegue de ellas,
sumergidas me calientan en mi baño de
frío,
extintas, iluminan los rincones más
oscuros.
Hay luces en mi interior.
Pequeñas luces agrupadas como galaxias.
Se arremolinan junto a mí, guardándome de pesadillas.
Que me quitan las manchas de la piel,
y que no dejarán que nunca me caiga.
sábado, 23 de enero de 2016
Lirios de rivera
Hay vientres de río en la calle,
Pero ninguno se parece al tuyo,
La noche trae lirios blancos a la rivera
Y se cubre de galas y joyas ebrias.
Hay nublados de cristal en el cielo,
Pero ninguno se parece al tuyo,
El caballo monta a su jinete
Y cuenta sus batallas junto al fuego.
Hay vida después de la tuya,
Pero no se parece a cuando estabas,
La belleza corona mi cabeza
Y hace cascadas sobre mi pelo,
Mis ojos, mi pecho, mi vientre...
Pero mejor si pudiera compartirla contigo.
Pero ninguno se parece al tuyo,
La noche trae lirios blancos a la rivera
Y se cubre de galas y joyas ebrias.
Hay nublados de cristal en el cielo,
Pero ninguno se parece al tuyo,
El caballo monta a su jinete
Y cuenta sus batallas junto al fuego.
Hay vida después de la tuya,
Pero no se parece a cuando estabas,
La belleza corona mi cabeza
Y hace cascadas sobre mi pelo,
Mis ojos, mi pecho, mi vientre...
Pero mejor si pudiera compartirla contigo.
lunes, 18 de enero de 2016
Darth Vader.
Cualquier cosa que cause la noche en nuestras almas, puede que deje estrellas.
Víctor Hugo.
El día que llegó la noche, el cielo se quedó negro,
suspendido el aire y cubriendo mi cara con seda.
Una máscara, rompiendo la lógica de las cosas,
se posó en mi cara interrumpiendo mi visón,
otorgándome la voz quebrada del que canta truenos,
el torrente denso del sentimiento del río desbordado,
y la sensación de sólo ser la máquina que me recubre.
Mi respiración de hielo acompañó mi bailar pesado,
mi cuerpo quemado se recupera debajo del traje.
Sin equilibrio, la fuerza arrasa mis venas y mis brazos:
el metal frío y tembloroso, donde antes había vida,
rompe los gritos de mis guantes de negro suave.
Mis rodillas se han inclinado ante mi maestro,
y mi visión se ha focalizado en el suelo que piso,
he arrastrado mis botas a través de áridos desiertos
buscando recuperar el poder que hay en mí mismo.
Y ahora que veo cómo me vuelven las fuerzas
no encuentro los átomos en mi pecho,
sólo silencio recubre las ruinas de mi pensamiento,
eternamente buscando amor y equilibrio,
buscando el hombre que vive debajo del traje,
buscando el hombre que amó, ama y amará,
la criatura quemada y herida que puede salvar
esta galaxia de nuestro lejano universo.
suspendido el aire y cubriendo mi cara con seda.
Una máscara, rompiendo la lógica de las cosas,
se posó en mi cara interrumpiendo mi visón,
otorgándome la voz quebrada del que canta truenos,
el torrente denso del sentimiento del río desbordado,
y la sensación de sólo ser la máquina que me recubre.
Mi respiración de hielo acompañó mi bailar pesado,
mi cuerpo quemado se recupera debajo del traje.
Sin equilibrio, la fuerza arrasa mis venas y mis brazos:
el metal frío y tembloroso, donde antes había vida,
rompe los gritos de mis guantes de negro suave.
Mis rodillas se han inclinado ante mi maestro,
y mi visión se ha focalizado en el suelo que piso,
he arrastrado mis botas a través de áridos desiertos
buscando recuperar el poder que hay en mí mismo.
Y ahora que veo cómo me vuelven las fuerzas
no encuentro los átomos en mi pecho,
sólo silencio recubre las ruinas de mi pensamiento,
eternamente buscando amor y equilibrio,
buscando el hombre que vive debajo del traje,
buscando el hombre que amó, ama y amará,
la criatura quemada y herida que puede salvar
esta galaxia de nuestro lejano universo.
viernes, 15 de enero de 2016
El veneno del miedo.
Un aullido enorme ha entonado su cántico,
los cuernos de la guerra se abren a los lirios.
La muñeca de cristal entra en los químicos,
inyectándose el veneno del miedo en las venas.
El blanco aséptico será ahora su casa,
ya no habitará más las pupilas de mis ojos.
Envuelta en paños, vendas y agujas,
lanzará sus suspiros a través de máquinas.
Hay un agujero negro rondando la luz de sus ojos,
un ácido que recorre sus arterias limpiándola.
El río de su vientre ha sido tapiado,
la luz del sol apenas si cruza entre sus hojas.
Y aún así espero ramos de buenas noticias,
el regalo de una sonrisa liberada,
unos ojos al sol que se acerquen a los míos,
flores miles que traigan el anuncio
de que la primavera no se retrasa,
aunque los nublados recubran el cielo.
los cuernos de la guerra se abren a los lirios.
La muñeca de cristal entra en los químicos,
inyectándose el veneno del miedo en las venas.
El blanco aséptico será ahora su casa,
ya no habitará más las pupilas de mis ojos.
Envuelta en paños, vendas y agujas,
lanzará sus suspiros a través de máquinas.
Hay un agujero negro rondando la luz de sus ojos,
un ácido que recorre sus arterias limpiándola.
El río de su vientre ha sido tapiado,
la luz del sol apenas si cruza entre sus hojas.
Y aún así espero ramos de buenas noticias,
el regalo de una sonrisa liberada,
unos ojos al sol que se acerquen a los míos,
flores miles que traigan el anuncio
de que la primavera no se retrasa,
aunque los nublados recubran el cielo.
lunes, 11 de enero de 2016
Poema de antiamor
Mi casa está llena con mi presencia,
Mi pijama huele a mí.
Mis calles me pertenecen,
Mis recuerdos son para mí.
Mi universidad es mía.
Mi parada de autobús,
Mis jardines y parques,
Mis tapas y comida china.
Mis libros, mis historias, mi cine.
Mi colonia es mía, para mí.
Mis colores, mi lluvia,
Mi frío, mi invierno.
Mi ciudad es mía,
Mis canciones, mi música,
Todo me pertenece a mí.
Mi pijama huele a mí.
Mis calles me pertenecen,
Mis recuerdos son para mí.
Mi universidad es mía.
Mi parada de autobús,
Mis jardines y parques,
Mis tapas y comida china.
Mis libros, mis historias, mi cine.
Mi colonia es mía, para mí.
Mis colores, mi lluvia,
Mi frío, mi invierno.
Mi ciudad es mía,
Mis canciones, mi música,
Todo me pertenece a mí.
domingo, 10 de enero de 2016
El cirio
Encontré la paz en un cuarto lleno de odio
Tras correr las cortinas y bajar las persianas.
Oscura la noche que pesada avanza,
Cubriéndome el vientre de duendes,
Me despertó la consciencia adormilada.
Una luz de un candelabro, colgado de la pared,
Como una mecha casi del todo apagada,
Brillaba y brillaba con una luz casi cerrada.
Dándome lástima cogí su mecha longeva
Y me disponía a apagarla cuando lo vi,
Cientos, miles de velas esperando ser encendidas.
Despacio las fui encendiendo poco a poco.
Protegiéndolas como mi gran tesoro.
Si he de vivir en esta habitación negra,
Qué menos que me ayuden estas velas.
Tras correr las cortinas y bajar las persianas.
Oscura la noche que pesada avanza,
Cubriéndome el vientre de duendes,
Me despertó la consciencia adormilada.
Una luz de un candelabro, colgado de la pared,
Como una mecha casi del todo apagada,
Brillaba y brillaba con una luz casi cerrada.
Dándome lástima cogí su mecha longeva
Y me disponía a apagarla cuando lo vi,
Cientos, miles de velas esperando ser encendidas.
Despacio las fui encendiendo poco a poco.
Protegiéndolas como mi gran tesoro.
Si he de vivir en esta habitación negra,
Qué menos que me ayuden estas velas.
jueves, 7 de enero de 2016
El bicho
Hay un bicho en mi cabeza,
Hurga despacio en mis recuerdos
Y diseña máquinas de asedio.
Ha visionado mis memorias,
Ha empañado de ponzoña tus ojos
Y me ha hecho pensar que eran míos.
Ha vaciado tu vientre de palomas
Y lo ha llenado de escorpiones.
Ha bebido mi cerveza y mi whiskey
Y me ha dejado copas llenas de asco.
Ha absorbido el calor de mi sonrisa
Y ha dejado un hueco frío en mi boca.
Ha arrastrado mi vuelo desde los astros
Y me ha hecho estrellar en un atolón.
Ha robado el blanco del amor
Y me ha dejado un extraño color rojo.
Ha apagado una a una las estrellas
Y cerrado las luces de un portazo.
Ha arrasado con todos mis campos
Y plantado con sal los surcos.
Hay un bicho en mi cabeza
Que remueve mis pensamientos.
Que me empuja, corriendo, al abismo.
Pero yo aguanto sus embites, estoico,
Levantando mis murallas al dolor.
La esperanza de poder levantarme,
De construir otra vez un hacedor de aviones,
De ser un besador de pijamas,
Un soñador de robots de cocina,
Un amante de las galaxias y nebulosas;
Es lo que me mantiene con vida,
Creando otro yo distinto,
Sin bichos en la cabeza.
Hurga despacio en mis recuerdos
Y diseña máquinas de asedio.
Ha visionado mis memorias,
Ha empañado de ponzoña tus ojos
Y me ha hecho pensar que eran míos.
Ha vaciado tu vientre de palomas
Y lo ha llenado de escorpiones.
Ha bebido mi cerveza y mi whiskey
Y me ha dejado copas llenas de asco.
Ha absorbido el calor de mi sonrisa
Y ha dejado un hueco frío en mi boca.
Ha arrastrado mi vuelo desde los astros
Y me ha hecho estrellar en un atolón.
Ha robado el blanco del amor
Y me ha dejado un extraño color rojo.
Ha apagado una a una las estrellas
Y cerrado las luces de un portazo.
Ha arrasado con todos mis campos
Y plantado con sal los surcos.
Hay un bicho en mi cabeza
Que remueve mis pensamientos.
Que me empuja, corriendo, al abismo.
Pero yo aguanto sus embites, estoico,
Levantando mis murallas al dolor.
La esperanza de poder levantarme,
De construir otra vez un hacedor de aviones,
De ser un besador de pijamas,
Un soñador de robots de cocina,
Un amante de las galaxias y nebulosas;
Es lo que me mantiene con vida,
Creando otro yo distinto,
Sin bichos en la cabeza.
lunes, 4 de enero de 2016
Ausencia musical
Primero existió la música
Y me recubrió con un manto de seda.
Era clara y fresca,
Como un arroyo que salía de una cueva.
Después llegó la tormenta,
La nieve no me dejaba oír el ritmo,
El latir ausente de la musica
Y me cubría formando un muñeco.
El yo-nevado no podía reírse,
Ni moverse de ninguna forma.
Solamente podía tener miedo
Y fue creando una costra alrededor.
Dentro, mi viejo yo menguaba,
Transformado en una luz más débil,
Que apenas capeaba la tormenta,
Amenazando con apagarse.
Pero cada día más, resurge de nuevo,
Como una bola de Zinc ardiendo,
Un nuevo yo que quema la nieve,
Cada día una capa más ardiente.
Me desperezo despacio en silencio,
Desprendiéndome de mi piel de invierno,
Pronto espero que vuelva la vida,
Y acalle la tormenta que se retira.
Al observar el desastre del naufragio,
Un mar de gramófonos rotos en oleaje
Forma un telón de acero ante lo desconocido.
Y un agujero enorme donde antes estabas tú.
Tú que como música te mueves y música respiras.
Ya no estás.
Pero pronto sonará la música de nuevo.
Y esta vez, el concierto, lo doy yo.
Y me recubrió con un manto de seda.
Era clara y fresca,
Como un arroyo que salía de una cueva.
Después llegó la tormenta,
La nieve no me dejaba oír el ritmo,
El latir ausente de la musica
Y me cubría formando un muñeco.
El yo-nevado no podía reírse,
Ni moverse de ninguna forma.
Solamente podía tener miedo
Y fue creando una costra alrededor.
Dentro, mi viejo yo menguaba,
Transformado en una luz más débil,
Que apenas capeaba la tormenta,
Amenazando con apagarse.
Pero cada día más, resurge de nuevo,
Como una bola de Zinc ardiendo,
Un nuevo yo que quema la nieve,
Cada día una capa más ardiente.
Me desperezo despacio en silencio,
Desprendiéndome de mi piel de invierno,
Pronto espero que vuelva la vida,
Y acalle la tormenta que se retira.
Al observar el desastre del naufragio,
Un mar de gramófonos rotos en oleaje
Forma un telón de acero ante lo desconocido.
Y un agujero enorme donde antes estabas tú.
Tú que como música te mueves y música respiras.
Ya no estás.
Pero pronto sonará la música de nuevo.
Y esta vez, el concierto, lo doy yo.
sábado, 2 de enero de 2016
Bluebird - Charles Bukowski
Bluebird - Charles Bukowski
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say,
stay down, do you want to mess
me up?
you want to screw up the
works?
you want to blow my book sales in
Europe?
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too clever, I only let him out
at night sometimes
when everybody's asleep.
I say, I know that you're there,
so don't be
sad.
then I put him back,
but he's singing a little
in there, I haven't quite let him
die
and we sleep together like
that
with our
secret pact
and it's nice enough to
make a man
weep, but I don't
weep, do
you?
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too tough for him,
I say,
stay down, do you want to mess
me up?
you want to screw up the
works?
you want to blow my book sales in
Europe?
there's a bluebird in my heart that
wants to get out
but I'm too clever, I only let him out
at night sometimes
when everybody's asleep.
I say, I know that you're there,
so don't be
sad.
then I put him back,
but he's singing a little
in there, I haven't quite let him
die
and we sleep together like
that
with our
secret pact
and it's nice enough to
make a man
weep, but I don't
weep, do
you?
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí dentro, no voy
le digo, estate ahí dentro, no voy
a dejar que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
quiere salir
pero yo derramo whisky sobre él e inhalo
el humo de los cigarrillos
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca saben que
él está
ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
quiere salir
pero yo soy demasiado duro con él,
le digo, estate ahí abajo, ¿es que quieres
le digo, estate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿quieres cargarte mis
obras?
¿quieres arruinar las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
quiere salir
pero yo soy muy listo, solo le dejo salir
algunas veces por la noche
cuando todo el mundo está dormido.
Y digo, sé que estás ahí,
así que no estés triste.
entonces lo vuelvo a guardar,
pero él canta un poco
allí dentro, no le he dejado
morir
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es lo suficientemente hermoso
para hacer a un hombre
llorar, pero yo no
lloro, ¿lo haces
tú?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)