lunes, 22 de septiembre de 2014

El demonio.

Sans cesse à mes côtés s'agite le Démon;
II nage autour de moi comme un air impalpable;
Je l'avale et le sens qui brûle mon poumon 
Et l'emplit d'un désir éternel et coupable.
Baudelaire.


En el balcón mirando las estrellas yo y el demonio,
a mi alrededor se revuelve entrando en mi cabeza,
penetra en mi estómago y descansa sobre mis hombros.
Baila encima mía, como un instante más nítido.

En la oscuridad del silencio pasea sus pies de humo,
descalza sus uñas y arañan mis hombros, desenfocando
un prisma sobre las estructuras de mi pensamiento,
arando después las tierras baldías de mi garganta.

Sonríe difusamente cruzando los brazos corruptos,
me dibuja anillos siniestros de fuego en la sien.
Contiene mi aliento esperando que me hunda el pecho,
 retiene el humo en mi cabeza, esperando que lo suelte.

Horada mi voz con escenificada presencia,
cubre mis silencios con su humo sulfúrico,
vierte veneno oscuro de bosque en mis oídos,
y pronuncia veladas tentaciones y amenazas.

Arrugando la voz clava agujas en mi nariz
y le brillan los ojos cuando mi sangre es polvo.
Cuenta uno a uno los astros que tiritan en el cielo,
en el balcón mirando las estrellas yo y el demonio.
     

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