jueves, 24 de octubre de 2013

A estas horas.

A estas horas me golpea la soledad.
Aparece como un fantasma sobre mi espalda.
Me eleva y me sube con la mente embotada.
Cuando paso por debajo de las farolas,
solo.
Cuando me acaricían las sábanas.
Y noto que me falta tu aliento,
que vi en tu mirada un falso enlace.
Que mis palabras son en balde.
Tu corazón es una fortaleza
pertrechada de silencios y miradas bajas.
La llave de tu alma me está velada,
no tengo las palabras para tus oídos,
no sé adueñarme de tu amor.
Pero aquí me quedo, discreto,
en silencio. Ausente en tus lunas,
amándote en silencio, contraído,
discreto, admirador, soñándote despierto.

lunes, 21 de octubre de 2013

El blues.

El blues es un orgasmo. Hay que disfrutarlo despacio. Comienza como una lluvia, suave, relajado. Hay que dejar unos compases para acostumbrarse, para que se acostumbre la cabeza a lo que estás haciendo, para darte cuenta de hasta donde has llegado. Las primeras notas son suspiros que se le arrancan a la guitarra. Tiene algo de violento, pero no deja de ser delicado. Conforme pasan los compases va aumentando el ritmo, y ya se acostumbra al sonido, a la situación en la que se está. La temperatura aumenta, cada nota se convierte en un dardo, en una llama que arde en mitad del pecho y del cuerpo. 
Ya no se dejan silencios entre notas, las escalas de estas son cada vez más rápidas, estadios más complejos. Cada vibrato pasa a ser una sensación que no quieres que se quede estática pero tampoco quieres que pase.
El pulso aumenta, las exclamaciones se escuchan entre el público, cada vez se está más cerca del centro de la guitarra, se escapan fraseos que se clavan en las paredes. El instrumento gime, respira acelerado, la banda acompaña.
El éxtasis se acerca, está todo programado, la intensidad sigue aumentando y aumentando, parece que no se acabará nunca. Pero se acaba. 
Se acaba en una explosión final gozosa.
Despacio
                las notas
                              se van colocando.

                                          Esperando el próximo solo.


The Sky is Crying, The Allman Brothers Band. 

domingo, 13 de octubre de 2013

Habanera.

El amor, el amor es un pájaro rebelde, un juego desequilibrado, un tira y afloja en el que todos salen perdiendo. El amor es un castigo para el alma, un obstáculo del sueño: es una tortura, una cadena en los pies y en las manos. Es dejar de ser tú para ser el otro, es recorrer las calles descalzo y desnudo en busca de una sonrisa, taladrarte los brazos por una sola mirada. Ahogarse, despacio, en la inmensidad de un beso, ser solo un sueño en la imaginación de una caricia. Desaparecer y morir con el roce de una de sus ropas. Sonrojarse, volverse mudo si suspiras en su cuello. Verla irse entre risas con tu razón y tu corazón, tu cielo y tu infierno, tu contradicción. El amor, el amor es... lo mejor que te puede pasar.



sábado, 5 de octubre de 2013

.

Las heridas duelen como el fuego.
El saberse herido e hiriente,
lanceado y lanceador, caníbal y comido.
La realidad alcanza las cotas de pesadilla,
la soledad se afronta sin diablos debajo de la cama
los cuentos no se escriben
con un corazón podrido por dentro.
El orgullo atesora los más ocultos secretos
los que hacen las heridas,
esos que tienen aristas de diamante.
¿Cuándo te metes la música por jeringuilla
y cantas para que se vaya el blues?
¿Cuándo echaste de ti mismo a tus allegados?
¿Cuándo se convirtió en un callo
rugoso,
pastoso,
vacío,
tu talento para el silencio?
¿Cuándo se callaron tus estrellas
y todo lo que pensaste estaba equivocado?
¿Cuándo andar se convirtió en un camino de espinas?