domingo, 11 de agosto de 2013

Aleph

Cuando el aire polvoriento
quema como el infierno.
Cuando los ojos de las máquinas
brillan en el desierto.
Cuando rodea la oscuridad
la última melodía.
Cuando todavía se escuchan
los cuadros de la noche,
te veo.
Con tus ojos negros,
tu pelo negro, tu piel morena.
Tus historias, tus cuentos,
el brillo de tus ojos,
tus tiempos, tus silencios.
Cuando te veo
en los cuadros de la noche,
y se evapora el rocío
en las hojas de tu pelo,
y me murmuras
en la humedad de tus labios
y te caen los caballos
de la cabeza al pecho,
y te mueves en tus caderas,
y cantas y murmuras...
Cuando despacio hablas
y te acarician las palabras,
mi pulso se dispara
y la pena me acompaña
al saber que no te tengo.

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