lunes, 11 de noviembre de 2013

Síntoma final.

Ya se ha acabado la cuenta atrás,
no más números, no más mirar al reloj.
No quedan granos de sal por caer,
ningún momento que convertir en azul.
Se me acabaron los silencios de tul,
las palabras de seda, las sonrisas de vela.
Otros habrá que tengan más vida que yo,
mejores, más rápidos, más altos. Más fuertes.
Quienes te vean lo suficientemente tú
como para lanzarse al pozo de tus ojos.
De ellos, de los realmente valientes,
de los que saben esperar tus tiempos,
de ellos será el reino de tu cielo.
Pero en los días que imaginé que eras mía,
en los momentos en que te quise sola,
ahí también fui valiente, fui león,
y pertenecí a la clase de los grandes.
Y me creí grande e inmenso sin saber,
que yo no soy como ellos,
que yo miraré al pozo de tus ojos
y me quedaré quieto.
Que en tu juego de silencios el mío
será el síntoma final, la cerradura que me aleje
de todos los besos que tus labios me bailan,
el Leitmotiv con el que el blues
destroza mi alma.

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